Propuesta de recorrido en la parada.
El topónimo de Els Armaris (los Armarios) hace clara referencia a la geología del lugar. El acantilado está constituido por una alternancia de capas de areniscas y roca sedimentaria dominantemente arcillosa que se suele exfoliar en pequeñas losas. Similar a roca sedimentaria detrítica formada por arcilla.</p></div>">pelita. </p></div>">llosella; estas últimas, al ser más blandas, están mucho más erosionadas que las areniscas. De esta manera, la sucesión de rocas salientes (las areniscas) entre rocas adentradas (la roca sedimentaria dominantemente arcillosa que se suele exfoliar en pequeñas losas. Similar a roca sedimentaria detrítica formada por arcilla.</p></div>">pelita. </p></div>">llosella) recuerdan la imagen de una gran estantería. Si nos fijamos bien, veremos que la roca es ligeramente diferente a las areniscas y lloselles que hemos visto durante todo el itinerario, tienen otros colores, las capas son más redondeadas, etc. Ello, es debido a que a pesar de tratarse del mismo tipo de roca (areniscas y lloselles) y formarse de la misma manera (mediante corrientes de turbidez, dando lugar a turbiditas), en este punto las rocas son más antiguas, se formaron unos 100 millones de años antes que las rocas situadas en el sur de la parada. Estas rocas que tenemos en frente son un ejemplo de las rocas más antiguas de las islas Baleares.
Así, la serie del Paleozoico muestra magníficos afloramientos de alternancias de areniscas y lloselles en la zona de Els Armaris. Hay que fijarse en que el tamaño de las areniscas es bastante diferente en las proximidades de Cala en Brut con respecto a la zona de Els Armaris. A medida que nos desplazamos hacia la punta de Mongofra reconocemos estratos más gruesos, como consecuencia de que el grano de arena que los forma también lo es. Este hecho se debe asociar a la propia sedimentación de estas rocas. Los estratos gruesos corresponden a facies proximales, es decir, a sedimentos depositados en las proximidades del talud, al tratarse de granos de arena gruesos y pesados que justo al llegar a las profundidades marinas fueron sedimentados. En cambio, los granos más finos se mantienen más tiempo en suspensión y pueden alejarse mucho más de la base del talud. Por lo tanto, las alternancias de areniscas y lloselles que reconocemos cerca de Cala en Brut las relacionamos con facies de rocas distales.
Alternancias de areniscas y lloselles en Els Armaris. En primer término estratos anchos de areniscas, con la arena que los forman de grano grueso, que fueron sedimentados en las profundidades marinas cerca del talud. Detrás suyo identificamos estratos más delgados, con areniscas de grano fino, que fueron sedimentados más lejos. En la fotografía de la derecha se muestra en detalle el aspecto de estas rocas de grano más fino (punto A).
Al ser unas rocas tan antiguas, se encuentran muy deformadas. En ellas podemos llegar a identificar las dos últimas grandes fases de deformación de la corteza terrestre y que conocemos como orogenias. Las orogenias corresponden al conjunto de procesos geológicos que actúan durante millones de años y que tienen como resultado la creación de las cadenas montañosas de la Tierra originando por lo tanto el relieve. En la primera de las dos últimas orogenias identificadas en la historia de la Tierra, la orogenia Herciniana, los materiales del Paleozoico eran plásticos y consiguientemente se doblaban, ya que este proceso abarca todos los movimientos de deformación de la corteza terrestre que tuvieron lugar entre finales del Devónico (355 Ma) y finales del Paleozoico (250 Ma).
En la punta de Mongofra destaca un impresionante pliegue tumbado, una enorme ondulación de las rocas, producida al ser sometidas a unos esfuerzos enormes de compresión, originados durante estos increíbles plegamientos hercinianos. Más tarde, en la última orogenia que ha afectado la Tierra, la Alpina, que empezaría a finales del Cretácico (65 Ma) y que tendría su máxima actividad en el Cenozoico, concretamente en el Mioceno medio (15 Ma), los materiales del Paleozoico ya serían rígidos y por este motivo no se doblaron, sino que se rompieron. A lo largo de los afloramientos de Els Armaris veremos numerosas fallas, fracturas que provocaron el desplazamiento de los bloques afectados, formadas durante la orogenia Alpina.
La orogenia Alpina provocó la colisión entre dos grandes placas tectónicas: la placa Africana y la placa Euroasiática, que durante el Mesozoico se encontraban separadas por un gran mar denominado Tethis, el cual ocupaba una amplia extensión entre África y Europa. A medida que estos dos grandes continentes se acercaban por efecto de esta orogenia, los sedimentos, que durante millones de años se habían formado y acumulado en los fondos de las cuencas marinas, se iban transformando en rocas y comprimiendo. Como si se tratara de un choque a cámara lenta, la inmensa fuerza que empujaba estos dos continentes provocó la deformación de los sedimentos del Mesozoico y del Cenozoico más antiguo, que ocupaban amplitudes kilométricas y, como se ha explicado, la rotura de las rocas más antiguas y rígidas del Paleozoico, y a la vez el apilamiento de unas sobre las otras.
Este proceso culminó con la salida de enormes masas rocosas del fondo del mar originando las grandes cordilleras montañosas que actualmente rodean el mar Mediterráneo occidental, como son los Apeninos italianos, los Alpes, los Pirineos, el Atlas africano y las Béticas, de las cuales Menorca forma su extremo oriental. Es decir, la gran revolución que significó para la configuración de la Tierra la orogenia Alpina, fue la responsable de que Menorca emergiera de las profundidades marinas e iniciara un largo camino hacia la configuración que presenta hoy en día.
Las rocas de la zona de Els Armaris – punta de Mongofra fueron sometidas a los dos últimos inmensos movimientos de creación de montañas que han afectado la Tierra. En el primero de ellos, la orogenia Herciniana, las rocas todavía no se encontraban completamente consolidadas y fueron plegadas, con ejemplos espectaculares como el pliegue tumbado de la punta de Mongofra (arriba, punto B). Mucho más tarde, durante la orogenia Alpina, estas rocas eran duras, un factor fundamental para que en lugar de plegarse se rompieran, con la aparición de numerosas fallas que desplazaron unos bloques de roca respecto de otros. Todo el acantilado de Els Armaris está intensamente afectado por la acción de estas fallas (abajo, punto C, la traza de las principales fallas se representa en color rojo).