Propuesta de recorrido de la parada.
Los sedimentos que constituyen la Illa d’en Colom se depositaron ahora hace aproximadamente 350 millones de años en las grandes profundidades marinas, a partir de corrientes de turbidez que partían de la plataforma continental y que con el paso del tiempo formarían sucesiones de capas de areniscas y lloselles. Hay que destacar el afloramiento que se puede observar en un entrante entre el Cap de Mestral y Sa Mitja Lluna, objeto de la parada. Aquí, el acantilado está constituido por un conjunto de capas de roca sedimentaria dominantemente arcillosa que se suele exfoliar en pequeñas losas. Similar a roca sedimentaria detrítica formada por arcilla.</p></div>">pelita. </p></div>">llosella negra encima de las cuales se sitúa otro conjunto, pero de areniscas con tonalidades marronáceas con el grano de arena que los forman bastante grueso. El contacto entre ambas es muy limpio y claro.
Contacto entre las areniscas marronáceas de grano grueso y la llosella negra debajo, cerca del Cap de Mestral. A pesar de su aspecto masivo, si nos fijamos con detalle, veremos que entre las capas de areniscas se intercalan capas muy delgadas de llosella. Lo mismo sucede con los estratos de debajo, entre los cuales se llegan a identificar capas de areniscas de grano fino (punto A).
Una gran avenida de un río que tenga la desembocadura cerca del inicio de un cañón submarino puede desencadenar una bajada repentina de sedimentos hacia las grandes profundidades marinas. Incluso, un pequeño terremoto puede provocar una caída en masa de los sedimentos depositados originalmente en la plataforma continental cerca del talud y por lo tanto una cierta inestabilidad. En ambos casos, los sedimentos bajan a gran velocidad aprovechando el pendiente del cañón submarino o del talud en forma de una corriente de turbidez, un alud formado por diferentes tipos de sedimentos y agua, que se aceleran a medida que caen pendiente abajo y a la vez se individualizan del agua de mar como una corriente de agua turbia.
Al llegar a la llanura abisal se inicia una desaceleración y el corriente de turbidez deja gradualmente las fracciones de sedimentos que ya no tiene suficiente fuerza para mantener en suspensión, es decir, que ya no puede transportar. Consecuentemente, primero depositará las partículas más gruesas y seguidamente las más finas. Aquí, los sedimentos forman un delta submarino de características similares a uno fluvial. En el delta desarrollado en las grandes profundidades marinas hay que diferenciar una parte más próxima al talud, canalizada, y otra más lejana o distal, deposicional. En la parte canalizada las corrientes viajan confinados por las depresiones que forman los canales, cuando acaba el canal las corrientes frenan, no pueden transportar más y depositan el material rápidamente. Cuándo por su volumetría la corriente de turbidez desborda, invade un espacio más amplio que los canales y sedimenta muy lentamente los materiales más finos, en un proceso que puede llegar a durar un día.
Con el paso del tiempo las partículas más gruesas de tamaño arena formarán una roca que llamamos arena.</p><p><br></p></div>">arenisca, que observamos en la parte superior del afloramiento y que relacionamos con la arena que era arrastrada por los canales, y las más finas formarán la roca sedimentaria dominantemente arcillosa que se suele exfoliar en pequeñas losas. Similar a roca sedimentaria detrítica formada por arcilla.</p></div>">pelita. </p></div>">llosella, que identificamos en la parte inferior. Hay que aclarar que los dos tipos de rocas corresponden a avenidas diferentes en el tiempo y que, por lo tanto, cuando se sedimentó la roca sedimentaria dominantemente arcillosa que se suele exfoliar en pequeñas losas. Similar a roca sedimentaria detrítica formada por arcilla.</p></div>">pelita. </p></div>">llosella de la parte inferior, en un área más próxima al talud, se sedimentaron areniscas que aquí no vemos. Y lo mismo sucedió cuando lo hizo la arena que originaría las areniscas de la parte superior del afloramiento: un sedimento más fino que acompañaba la corriente de turbidez se depositaría más lejos.
Los fondos oceánicos están constituidos por tres partes: la plataforma continental con profundidades inferiores a los 200 m y próxima a la costa, la llanura abisal, en las grandes profundidades marinas con enormes extensiones localizadas a kilómetros de profundidad y el talud, un gran peldaño de gran pendiente que une ambas. Desde la plataforma se pueden desprender masas de sedimentos que viajarán como una corriente de turbidez que baja a gran velocidad por el talud (1). Al llegar a la llanura abisal, la corriente de turbidez desacelera y provoca primero la sedimentación de las partículas gruesas (arenas y cantos) y quedan en suspensión las más finas (arcillas y limos) (2); posteriormente se produce la sedimentación de las partículas finas (3). Con el paso del tiempo las partículas gruesas forman conglomerados y areniscas y las finas, lloselles.
Si continuamos el recorrido en dirección a la playa del Arenal d’en Moro, al bordear el Cap de Mestral del islote, nos daremos cuenta de que su extremo de tramontana está constituido por capas gruesas de areniscas, fuertes y resistentes a la erosión. Este factor acondiciona el paisaje costero de buena parte del parque natural. Las rocas blandas, como la roca sedimentaria dominantemente arcillosa que se suele exfoliar en pequeñas losas. Similar a roca sedimentaria detrítica formada por arcilla.</p></div>">pelita. </p></div>">llosella, son fáciles de erosionar por el efecto del oleaje, especialmente condicionado por los temporales de la Tramuntana, la sal y el viento, pero también por el agua de lluvia. Donde se encuentran estas rocas, con el paso de miles de años se han formado calas y entrantes. Las rocas duras como las areniscas forman salientes e islotes.
Al llegar al Arenal d’en Moro, podemos comprobar esta condición. La cala se ha abierto en la roca sedimentaria dominantemente arcillosa que se suele exfoliar en pequeñas losas. Similar a roca sedimentaria detrítica formada por arcilla.</p></div>">pelita. </p></div>">llosella por efecto del oleaje y también por la acción de un pequeño torrente que ha excavado estas rocas blandas que podemos identificar sin problemas en el margen norte de la playa. En cambio, en el sur de la cala identificamos capas grandes, que hacen de espigón y a la vez protegen que la arena no se marche. Estas mismas rocas las acabamos de ver cuando bordeábamos el islote por su lado norte. Es decir, la playa se ha abierto por acción de los agentes erosivos en rocas blandas, pero se encuentra entre dos niveles de areniscas resistentes a que la protegen y evitan que las olas se lleven la arena.
Esta alternancia de areniscas y roca sedimentaria dominantemente arcillosa que se suele exfoliar en pequeñas losas. Similar a roca sedimentaria detrítica formada por arcilla.</p></div>">pelita. </p></div>">llosella es la misma que hemos reconocido al principio de la parada con la misma disposición, aunque pueda que no nos lo parezca; cerca del Cap de Mestral vemos las areniscas superpuestas a las lloselles, y en el arenal de en Moro la roca sedimentaria dominantemente arcillosa que se suele exfoliar en pequeñas losas. Similar a roca sedimentaria detrítica formada por arcilla.</p></div>">pelita. </p></div>">llosella ha estado muy erosionada originando la playa.
Areniscas de grano grueso en el norte del islote, resistentes al embate de las olas, entre las cuales se intercalan finas capas de llosella (punto B).
Mapa geológico de la Illa d’en Colom (con la localización de las dos minas). La playa del Arenal d’en Moro fue excavada en materiales blandos como la roca sedimentaria dominantemente arcillosa que se suele exfoliar en pequeñas losas. Similar a roca sedimentaria detrítica formada por arcilla.</p></div>">pelita. </p></div>">llosella, pero en su lado sur identificamos areniscas de grano grueso que protegen la arena del embate de las olas y evitan en parte que se la lleven. Estas areniscas gruesas también las hemos reconocido bordeando el norte del islote y en la entrada situada en el sur del Cap de Mestral, donde el mismo nivel de areniscas de la playa las vemos por encima de la roca sedimentaria dominantemente arcillosa que se suele exfoliar en pequeñas losas. Similar a roca sedimentaria detrítica formada por arcilla.</p></div>">pelita. </p></div>">llosella. Las amplias losas de esta misma roca sedimentaria dominantemente arcillosa que se suele exfoliar en pequeñas losas. Similar a roca sedimentaria detrítica formada por arcilla.</p></div>">pelita. </p></div>">llosella las podemos identificar en el margen norte de la playa del Arenal d’en Moro (punto C) (mapa simplificado de Rosell, J., Gómez-Gras, D. & Elízaga, E. 1989. Mapa geológico de España, escala 1:25.000. Hoja nº 647, IV (Maó – Illa d’en Colom). Instituto Tecnológico Geominero de España. Madrid).
La meteorización de las rocas provoca que el cemento que une los granos de arena que forman las areniscas desaparezca, implicando que estos vayan a parar al mar y posteriormente las olas los acumulen en playas como la del Arenal d’en Moro. Por este motivo, la arena de esta playa es gruesa. Sin embargo, hay que considerar que un 78,4% de los componentes de las arenas de las playas de Menorca (un 71,3% con respecto a las playas de la Tramuntana de la isla) corresponden a fragmentos de esqueletos calcáreos de organismos marinos, como son las almejas, los caracoles, las algas calcáreas, los foraminíferos, briozoos, etc. Por este motivo, la presencia de Posidonia oceanica (una planta acuática endémica del Mediterráneo con una importancia ecológica muy importante) representa un papel primordial en la aportación de nueva arena, ya que produce oxígeno y materia orgánica necesaria para la vida de muchos seres vivos, que de manera directa o indirecta contribuirán a la formación de la mayor parte de la arena de la playa.