BARRANCO DE ALGENDAR

  Información

Recorrido de acceso a la parada.

Siguiendo el Camí Reial, habrá un punto en que dejaremos de andar cerca del torrente y subiremos una cuesta. Iniciando esta subida encontraremos a pocos metros, a mano izquierda, una pequeña explanada con una gran encina en la entrada, donde haremos una parada de menor duración que las anteriores.


Punto donde se realiza la parada y detalle del marès constituido por arena muy fina correspondiente mayoritariamente a restos de organismos marinos (punto A).

En este lugar nos acercaremos a las paredes del barranco y comprobaremos cómo están formadas por una roca constituida de arena fina de color ocre blanquecino, el marès. En el mar donde se formó esta roca convivían una enorme cantidad de organismos, como algas, moluscos, erizos de mar, corales, anfibios o peces. Las olas, la erosión producida por organismos vivos (la bioerosión) y otros fenómenos secundarios poco a poco iban transformando los caparazones y esqueletos de estos organismos en arena que finalmente era depositada en el fondo del mar. Esta arena se mezclaba con sedimentos procedentes de la erosión de las rocas que formaban las montañas del norte de la isla (la región de Tramuntana). Con el paso del tiempo, la mezcla de arenas acabaría consolidando y formando la piedra de marès. En ocasiones, los agentes erosivos no rompían completamente los caparazones de los organismos y, por ello, en las paredes de los barrancos podemos identificar fósiles como los que hemos visto en la primera parada, dónde se ha explicado que los fósiles que observamos son los antepasados de ciertos tipos de animales que actualmente viven en mares cálidos, como son por ejemplo los del Caribe. Estos fósiles nos permiten asegurar que en el Mioceno el Mediterráneo era un mar cálido similar a los mares tropicales actuales.

En el Mioceno, en Menorca sólo se encontraba emergida la región de Tramuntana (que a la vez era más amplia que la actual, tanto en extensión como en altura); la de Migjorn se hundió por efecto de unos movimientos tectónicos y se encontraba bajo el mar. El clima que dominaba la isla, más cálido que el actual, favoreció el establecimiento de grandes acumulaciones de organismos. Los agentes erosivos continuamente y poco a poco iban transformando los caparazones de estos organismos en arena. Los fragmentos más pequeños eran trasladados por las olas mar adentro y acabaron constituyendo rocas blandas como las que identificamos en el punto de observación.

Por lo tanto, todos los peñascos que observamos en el barranco estuvieron bajo el mar, por lo cual en el Mioceno el nivel del mar era mucho más alto que el actual.


Reconstrucción idealizada de Menorca durante el Mioceno superior. Las flechas blancas señalan el hundimiento de la región de Migjorn respecto de la de Tramuntana y las negras los depósitos de arena que con el paso del tiempo se convertirían en marès (modificado de Rosell i Llompart, 2002).