| UTM-X | UTM-Y | ||
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| PARADA 1: PAS D’EN REVULL | |||
| PARADA 2: BARRANC DES CANALÓ | |||
| PARADA 3: EL MARÈS | |||
| PARADA 4: ES TORRETÓ |
Propuesta de recorrido en la parada.
Justo al salir del Pas d’en Revull encontramos el Barranc des Canaló en su margen de levante, en el conocido como Camí des Barranc. Si giramos hacia la izquierda, seguiremos adentrándonos en el barranco de Algendar y siguiendo el itinerario. Si giramos a la derecha, volveremos al aparcamiento.
Tal como se ha comentado, Es Canaló corresponde a un afluente del barranco de Algendar, sus características son diferentes de las del Pas d’en Revull, ya que adopta una forma propia de los barrancos de la zona central del Migjorn de Menorca, de mayor amplitud y con paredes prácticamente verticales de gran altura.
A medida que bajamos por Es Canaló, nos fijaremos en las paredes que quedan a nuestra derecha, con tierras a su pie que han sido cultivadas desde hace muchos siglos. En estas tierras podremos llegar a ver grandes bloques de piedra que han caído del peñasco y, si miramos a las paredes, fácilmente identificaremos bloques susceptibles de caer. Podremos llegar a intuir cómo estas caídas son ayudadas por las raíces de los árboles que nacen en la parte superior del escarpe y que a medida que crecen van ampliando las grietas y contribuyendo, por lo tanto, a la caída de bloques.
Tramo superior del barranco de Es Canaló donde se han producido caídas recientes, tal como demuestran los restos abundantes de suelo y donde las raíces han quedado expuestas después de la caída (punto A), y bloques susceptibles de caída en un punto próximo. Abajo, detalle de una raíz que se ha abierto paso entre la roca y grandes bloques caídos al final de Es Canaló, cerca de las casas de Sant Antoni de s’Aranjassa (punto B).
Estos bloques caen por caída libre, vertical o casi vertical, que se desenganchan a partir de fracturas y con la ayuda de los procesos de meteorización. En ocasiones la caída produce un giro en torno a un eje por debajo del centro de gravedad de la masa inestable y pueden llegar a tener grandes dimensiones. Estos procesos son una muestra más de los diferentes factores que intervienen en la formación del barranco, donde a la propia erosión del agua, tanto superficial como subterránea, hay que añadir las caídas de bloques desde las paredes que van ensanchando el barranco lateralmente.
Ejemplos de los tipos de movimientos que ocasionan la caída de bloques en los escarpes del barranco: desprendimientos de bloques con trayectoria vertical cuando el peñasco pierde la sujeción del material infrayacente (más habitual) y es influenciado por la meteorización (como, por ejemplo, por efecto de las raíces que ensanchan las grietas) y vuelcos de grandes rocas.
La isla de Menorca es un territorio muy desvalido de corrientes de agua superficiales. Aun así, los barrancos de Algendar y de Trebalúger mantienen un caudal de agua durante todo el año. Eso es posible gracias al hecho de que reciben las aportaciones de las aguas subterráneas del acuífero de Migjorn, que literalmente afloran en numerosos puntos del cauce de sus torrentes. Este hecho ocurre por la intercepción del nivel freático (la parte superior del acuífero) con la superficie del terreno excavado miles de años atrás. Cuando esta intercepción se da por encima de la lámina de agua del torrente, el agua aflora en forma de fuentes.
Actualmente el barranco de Algendar presenta el número de fuentes de agua mayor de los barrancos de Menorca. Se localizan diez fuentes con agua, con más o menos caudal y se tiene constancia de al menos seis más que han dejado de brotar, que están situadas en la parte alta del barranco. Desde el Puig de Santa Magdalena hasta el Pla de Son Pruna no existe indicio de la presencia de fuentes de agua. Y en nuestro recorrido es cuando nos acercamos a las casas de Sant Antoni de s’Aranjassa cuando encontramos las primeras fuentes. Así, cerca del camino identificaremos un charco correspondiente a la fuente de Sant Antoni; no observaremos un manantial de agua, sino que veremos la roca mojada y como de esta se desprenden pequeñas gotas de agua. Popularmente se decía con referencia a esta fuente que “sa roca sua aigua” (la roca suda agua). Subiendo una cuesta que hay muy cerca de esta, encontraremos la fuente de Ses Penyes. Las dos han sido recuperadas mediante actuaciones de voluntariado. Junto a las casas, la fuente de S’Aranjassa llegaba a un caudal de 4.000 l/hora hacia los años sesenta. En el 2014, esta fuente, junto con el sistema de riego asociado a esta, ha sido recuperada al haber limpiado de vegetación y sedimento a la salida para un proyecto de agricultura ecológica que Cáritas Diocesana desarrolla, aunque, desgraciadamente y lógicamente, con un caudal muy inferior al mencionado anteriormente.
Esquema de la dinámica hidrogeológica del Barranc d’Algendar. La excavación del barranco provoca la intersección del nivel freático con la superficie topográfica y la posible aparición de fuentes de agua dulce.
Siguiendo el camino, una vez pasamos las casas de Sant Antoni de s’Aranjassa, encontramos la anchura del cauce correspondiente a la unión de los dos barrancos (el de Algendar y el de Es Canaló) y el torrente de Algendar, que lleva agua durante todo el año. En este punto, el agua proviene de los sobrantes no utilizados para riego de las fuentes de S’Aranjassa, Son Pruna y Sobrevell. Un poco más abajo, el torrente recibe las aportaciones de la fuente de Sa Dragonera, la única en este tramo superior de barranco que mantiene un caudal considerable.
Fuente de Sant Antoni cerca del Camí des Barranc (punto C) y torrente d’Algendar cerca de la confluencia entre el barranco principal y el de es Canaló (punto D).
Así, la roca predominante en los barrancos, el marès, es una roca permeable que permite la infiltración de agua. Su acumulación permite la constitución de un acuífero de vital importancia para la isla. La desaparición de las fuentes es una consecuencia de la depresión del nivel freático del acuífero asociada habitualmente a su explotación. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el abandono del lugar y la consecuente crecida de vegetación, que, junto con el sedimento más fino, puede provocar la desaparición de un manantial, tal como lo demuestra la recuperada fuente de S’Aranjassa.
Hay que considerar que, aguas abajo, el torrente varía su caudal en ambos sentidos, es decir, a pesar de ir recibiendo la aportación de agua de nuevas fuentes, en algunos puntos corre por su cauce menos agua. Este hecho es debido al diferente comportamiento del torrente, que va pasando de recibir agua del acuífero a darle en aquellos lugares en qué el nivel freático se encuentra más bajo.