Recorrido recomendado.
En Cala Barques aparecen también las turbiditas de la Formación Banyalbufar constituyendo el sustrato de la cala sobre la que se ha depositado la arena de la playa. Pueden observarse en el extremo norte de la cala (punto A).
Turbiditas de la Formación Banyalbufar en Cala Barques (punto A).
Pero además, todo el extremo norte de la cala (punto B) está formado por areniscas y conglomerados de la Formación Sant Elm, la misma que veíamos en la parte superior de la Punta de sa Torre, del Mioceno inferior (hace 20 Ma).
Vista general de Cala Barques, con las areniscas y conglomerados que forman su extremo norte
Aquí, en vez de presentar fósiles de ostreidos, se observan dientes de peces (doradas, tiburones, peces ballesta) junto con corales, moluscos y erizos, indicando que se formaron en un mar poco profundo y cálido (subtropical). Excepcionalmente se han hallado también dientes de cocodrilo. Paleontológicamente hablando, esta localidad es uno de los yacimientos más importantes del Mioceno de Baleares.
Detalle del tamaño que presentan los dientes de pez que aparecen en las areniscas
Si nos fijamos en los materiales que hemos ido viendo a lo largo del recorrido entre Cala Clara y Cala Barques veremos que, al inicio y final del mismo, aparece la Formación Sant Elm, (del Mioceno inferior) y, en medio, la Formación Banyalbufar (del Mioceno inferior-medio).
Se trata de un sinclinal; es decir, de un pliegue de forma cóncava en el que los materiales más antiguos están en los extremos y los materiales más modernos en el centro. Como además el plano axial (plano que divide al pliegue en dos partes simétricas) no está vertical, sino que presenta cierta inclinación, se denomina sinclinal tumbado. Este tipo de estructuras tectónicas es, junto con los cabalgamientos, muy característico de la Serra de Tramuntana.
Cartografía geológica y corte simplificado de Cala Sant Vicenç donde se han marcado las paradas.