Métodos de control

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Desde el punto de vista forestal, se debe restablecer un control sistemático de las poblaciones de este insecto talando los árboles enfermos para poder eliminar las larvas, con lo que se conseguirá que en los próximos años el número de adultos sea más pequeño.

Desde el punto de vista de jardinería o por lo que respecta a los árboles singulares afectados, se pueden aplicar otros tratamientos, pero se debe considerar que son muy caros y que no son del todo eficaces, ya que se deben aplicar directamente en cada galería.

Gran capricornio - Galería realizada por la larva. Gran capricornio - Galería realizada por la larva.
Galería realizada por la larva.
Foto: © Luis Núñez
Galería realizada por la larva.
Foto: © Luis Núñez

El objetivo final de estas actuaciones es reducir las poblaciones del insecto e ir evitando cada año que las hembras pongan los huevos en el árbol que se debe proteger.

Si el árbol está sano y fuerte es más difícil que el insecto ponga los huevos y por eso el objetivo es fortalecer el árbol, proporcionándole las condiciones óptimas para que se desarrolle.

Gran capricornio - Serrín que indica la salida de los adultos. Gran capricornio - Serrín que indica la salida de los adultos.
Serrín que indica la salida de los adultos.
Foto: © Luis Núñez
Serrín que indica la salida de los adultos.
Foto: © Luis Núñez

Por lo tanto, en jardinería en los veranos muy secos y durante largos períodos de sequía, se debería regar los árboles con mucha agua y una vez cada mes, como si se tratara de una tormenta de verano, para que el agua pueda llegar a las raíces de la encina.

Otra actuación que se puede llevar a cabo es la de abonar el árbol con los nutrientes adecuados, según la edad y las deficiencias de nutrición. Pero esto debe realizarse con un elevado control técnico, ya que aunque la cantidad de nutrientes sea muy pequeña puede matar las bacterias del suelo y, en cambio, una cantidad excesiva puede incluso llegar a matar el árbol.

Gran capricornio - Adulto acabado de emerger.
Adulto acabado de emerger.
Foto: © Luis Núñez

El tratamiento es otro método útil, que hace de barrera que repele al insecto adulto y evita que deposite los huevos, pero no lo mata. el árbol se debe tratar a lo largo de todo su tronco en la época en la que las hembras están preparadas para la puesta de los huevos. la operación se debe repetir cada vez que el plazo de seguridad del producto haya finalizado, es decir, más o menos cada quince días, dependiendo del producto utilizado.

 

Servicio de Sanidad Forestal - Cabecera Baja 03.