Volver

Servicio de Sanidad Forestal

Biología

 

TOMICUS DESTRUENS

Actúa en los árboles enfermos o debilitados debido a defoliaciones sucesivas de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa Schiff.), o a causa de otros factores y el efecto que produce es la posibilidad de que pueda morir el árbol.

Se trata de una especie monógama en que la hembra es la pionera en la colonización de los árboles, dónde hace un orificio de penetración que a veces conduce hacia una cámara subcortical donde se produce el apareamiento.

Perforadores del pino - Entradas recientes de los adultos. Perforadores del pino - Detalle de la entrada reciente de un adulto. Fijaros en la forma de "volcán de resina".
Entradas recientes de los adultos.
Foto: © Luís Núñez
Detalle de la entrada reciente de un adulto. Fijaros en la forma de "volcán de resina".
Foto: © Luís Núñez

Normalmente, la hembra es la encargada de hacer la galería de unos 6 - 10 cm de longitud, mientras que el macho expulsa el serrín al exterior. La hembra pone de manera escalonada entre 25 y 45 huevos varias veces al año, de un color blanquecino, en unas pequeñas celdas a ambos lados de la galería.

La emergencia de los huevos se produce entre los quince y veinte días tras la puesta, y salen pequeñas larvas que se alimentan de tejidos del floema, con la ruptura consiguiente de los vasos conductores de la savia.

La galería materna es paralela al eje del tronco (vertical) y las galerías larvarias son sinuosas y transversales a la galería materna (horizontales). Al final de la evolución, la larva hace una cámara para pasar al estadio de pupa, de dónde saldrá después en insecto adulto, haciendo un agujero de forma circular desde el interior de la corteza hacia el exterior de aproximadamente 1 mm de diámetro.

Las puestas tienen lugar desde los primeros días de octubre hasta los primeros de mayo y se producen entradas graduales de adultos sexualmente maduros, pero hay momentos en que esta colonización se hace de manera masiva a primeros del otoño y al final del invierno, dependiente de la temperatura.

Los nuevos adultos salen desde abril hasta los primeros días de julio debido al retardo a que se someten las larvas del último estadio. Una vez emergidos, los imagos suben a las ramillas terminales del árbol y se alimentan de la médula.

ORTHOTOMICUS EROSUS

El Orthotomicus erosus puede tener hasta cuatro generaciones al año dependido de la temperatura; en las Illes Balears se desarrolla sobre todo en el verano, pero puede tener hasta cinco generaciones anuales. Se trata de una especie polígama, motivo que añadido a la posibilidad de tener cinco generaciones y al número elevado de huevos (entre 30 y 60) hace que sea muy peligrosa como plaga.

Perforadores del pino - Larva. Perforadores del pino - Larvas construyendo galerías.
Larva.
Foto: © Luís Núñez
Larvas construyendo galerías.
Foto: © Luís Núñez

El macho, mediante un agujero de entrada al árbol, hace la cámara nupcial y segrega una feromona agregativa que atrae a un par de hembras. Después de que las ha fecundado, las hembras excavan la galería materna desde la cámara nupcial y en sentido del eje longitudinal del árbol. Estas galerías son mucho más sinuosas que las del Tomicus destruens, y tienen varias ramas que parten desde el mismo punto, cosa que las hace fáciles de distinguir.

Hace las galerías apretadas, de aproximadamente 2 mm. de anchura, y no emite resina en el contorno. Cada celda está obturada con el detritus que la hembra deposita. Los huevos nacen a la semana posterior a la puesta, cuando las temperaturas son entre 15ºC y 25ºC.

Las galerías van aumentando de tamaño a medida que crece la larva y se van alejando unas de las otras. Además están llenas de detritus que la larva deposita, mientras que las galerías maternas están limpias. Al final de la evolución la larva hace una cámara para pasar al estadio de crisálida, de dónde saldrá el insecto adulto haciendo un agujero circular desde el interior de la corteza hacia el exterior.

Perforadores del pino - Adultos en el interior de las galerías.
Adultos en el interior de las galerías.
Foto: © Luís Núñez

La duración del ciclo larvario es de unos 20 días y la del estadio de crisálida de una semana, que junto con la semana que tarda en salir la larva del huevo, hace que el adulto esté formado en 35 días, pero en condiciones óptimas puede tardar sólo 15 días. Los nuevos imagos salen y así vuelve a empezar el ciclo y cuando las temperaturas empiezan a bajar, en los meses de septiembre y octubre, se agrupan en las galerías de invierno, donde pasan los meses más fríos. Vuelven a la actividad al subir las temperaturas.

Servicio de Sanidad Forestal - Cabecera Baja 03.