Indicaciones y recomendaciones
Una vez evaluado el estado de la plaga y si los daños económicos no son tolerables, se realizará un tratamiento aéreo. Los productos que se pueden utilizar son formulados a base de Bacillus thuringiensis y productos inhibidores de síntesis de quitina, todos ellos autorizados por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
La aplicación ha de realizarse teniendo en cuenta el porcentaje de oruga nacida y la cantidad de rebrote u hoja nueva existente. Lo ideal es que la oruga se encuentre en uno de los primeros estadios larvarios y que la cantidad de hoja nueva sea también grande, pero antes de que se produzcan fuertes defoliaciones, ya que en caso contrario nacerán nuevos brotes libres de insecticida.
Tratamiento aéreo directo. Foto: © Luis Núñez |
Tratamiento directo con cañón nebulizador. Foto: © Luís Núñez |
Estas dificultades se agudizan en el caso de tratar con Bacillus thuringiensis, ya que la persistencia del producto es muy baja y las orugas de Lymantria tienen un período de emergencia muy largo, por lo que se debería realizar diversos tratamientos para conseguir controlar la población. Este problema se evita utilizando inhibidores de síntesis de quitina, ya que, dada su persistencia controlará todas las orugas que vayan naciendo. Si los datos económicos son tolerables, cosa bastante complicada puesto que afecta gravemente a los aprovechamientos de la bellota y el corcho durante varios años, es de esperar que la plaga se controle mediante el aumento de parásitos y predadores.
Una vez realizados los tratamientos aéreos, es conveniente la colocación de trampas de feromona los años siguientes de manera que se capturen los pocos machos que hayan podido sobrevivir. Los daños son provocados en su fase larvaria (oruga).
Los daños se producen cuando las orugas provocan la defoliación sobre los árboles de los que se alimenta, principalmente de encina (Quercus ilex) y otras plantas como frutales, lentisco (Pistacia lentiscus), estepas (Cistus sp.) y otros árboles (incluso hay datos que en Menorca se han encontrado sobre pinos Pinus halepensis). La hembra realiza la puesta sobre los troncos, en forma de plastón o costra amarillo/anaranjada, que se aprecia visiblemente y que protege los huevos.
Tratamiento directo con pistola. Foto: © Luis Núñez |
Encinar afectado en Menorca. Foto: © Luís Núñez |
Cuenta con una generación al año, hivernando en estado de huevo, pasando a estado de larva hasta los meses de abril, mayo o junio, según las condiciones climáticas.