Daños
El daño principal que causan estos insectos es la muerte del pino autóctono balear (Pinus halepensis) y ataca sobretodo a los árboles enfermos o debilitados o que se encuentran en una densidad excesiva.
El insecto mata al árbol porque comienza a comerse los vasos conductores de la savia y corta la circulación, por lo que el árbol se seca poco a poco y pasa del color verde a un color amarillento, pajizo y marrón sucesivamente. Las consecuencias más importantes de la muerte de los árboles son las siguientes:
- Se produce un gran impacto paisajístico.
- No se contribuye a la protección y estabilidad del suelo.
- No se regulan el régimen hídrico, la infiltración al suelo y las aportaciones a los acuíferos.
- No se genera oxígeno.
- No hay sombre.
- Las temperaturas son altas.
- Los riesgos de inundaciones son mayores.
- Se produce la desertización.
Adultos en el interior de las galerías. Foto: © Luis Núñez |
Ramitas verdes caídas a causa del ataque de los perforadores del pino. Foto: © Luís Núñez |
Cuando los árboles están débiles o han padecido otras situaciones adversas no tienen fuerza para defenderse y el insecto aprovecha esta circunstancia y se reproduce en mucha cantidad.
En lugares donde se han dañado las raíces de los pinos porque, por ejemplo, se han realizado excavaciones para la construcción de urbanizaciones, estos empiezan a sufrir la falta de agua y son atacados más rápidamente que el resto de árboles.