Geoturismo Illes Balears

El color que adquieren las rocas en En Vermell permite que el afloramiento geológico objeto de la primera parada del recorrido sea fácilmente identificable entre los acantilados que limitan la urbanización de S’Algar a levante.

Las tonalidades rojas o marronáceas que adquieren aquí los materiales son debidas a la intensa erosión que afectó en las rocas calizas, que forman de manera predominante los precipicios. Las calizas pueden ser extremadamente permeables en el agua, si al filtrarse a través de la roca se encuentra cargada de CO₂, adquiriendo un pH ligeramente ácido, que la puede disolver muy lentamente. Este proceso se llama karstificación y, como producto residual de la disolución de la roca resulta una arcilla roja, rica en óxidos de hierro y otros compuestos insolubles.

En detalle veremos que entre los sedimentos rojizos se identifican pequeños cantos y/o granos de arena gruesos. Los cantos presentan colores verdosos y amarillentos y proceden de la erosión de las rocas oscuras del Paleozoico por parte de torrentes. Los granos de arena son predominantemente blancos y corresponden tanto a cuarzo, procedente de la erosión de los materiales paleozoicos, como pequeños fragmentos rotos de caparazones de organismos, como podrían ser almejas o caracoles. Así, estos cantos y granos de arena fueron erosionados y transportados por torrentes, y después retrabajados por las olas, como lo demuestra la presencia de sedimento de origen marino, mezclado con el propio, que fue trasladado por los torrentes.

Los sedimentos fueron depositados en En Vermell en una superficie muy irregular, muy afectada por la erosión, que habría dejado el terreno lleno de agujeros. Así, los sedimentos habrían rellenado todas las irregularidades del terreno en un intento de uniformizarlo.

Los componentes de la arcilla roja producto de la disolución de la roca Roca sedimentaria cuyo componente principal es el carbonato cálcico (CaCO₃). Su origen puede ser químico, orgánico o detrítico.</p></div>">caliza, habrían actuado como aglutinadores, es decir, como cemento de unión de estas partículas. Así, una vez el cemento natural hizo su efecto y el sedimento fue consolidado, se originó una roca, un Roca sedimentaria de origen detrítico de grano grueso (clastos de tamaño superior a los&nbsp;2 mm).</p></div>">conglomerado (si los cantos tienen un diámetro superior a los 2 mm) o una arena.</p><p><br></p></div>">arenisca (si sus componentes son inferiores a este tamaño). De esta manera, en el afloramiento contemplamos conglomerados y areniscas de la región de Migjorn de Menorca, dos rocas, por lo tanto, diferentes al predominante, pero no único, marès.

Es posible que la procedencia de los torrentes que transportaron estos cantos y granos no fuera muy lejana. De hecho, si desviamos la mirada hacia el norte, identificaremos los acantilados de La Mola de Maó, que protegen la entrada del puerto. La Mola está constituida por una superficie llana de rocas calcáreas del Mioceno (sedimentadas hace unos 5 millones de años), pero que se encuentran por encima de otras rocas inclinadas de color oscuro. Son areniscas y lloselles del Paleozoico (depositadas hace más de 300 millones de años), el mismo tipo de rocas de las cuales procedían los cantos y parte de los granos de arena que contemplamos en En Vermell.

Tal y como se acaba de indicar, parte del sedimento que forma estas rocas es de origen marino, restos de caparazones, total o parcialmente rotos por las olas y la actividad biológica. Es decir, los torrentes vertían los sedimentos que transportaban en el mar y aquí se mezclaban con sedimento marino. En ocasiones, este sedimento no se rompería y en consecuencia los restos duros de los organismos podrían fosilizar. Así, la presencia de fósiles a En Vermell es, o más bien era, muy frecuente, tanto de almejas, de braquiópodos, erizos de mar o especialmente de dientes de peces.

Desgraciadamente, estos últimos son los que han sido afectados por un espolio más duro y es difícil identificar ejemplares. Esporádicamente se encuentran dientes molares de color naranja y formas redondeabas de Sparus cinctus, un pez antepasado de las doradas actuales. Ya es prácticamente imposible identificar los algún día abundantes y grandes dientes acabados en sierra y de formas triangulares de Carcharocles megalodon (Agassiz, 1837), conocidas en Menorca como ‘llengües de Sant Pau’ (lenguas de San Pablo), y a los cuales se les atribuía propiedades mágicas. Se cree que este tiburón ha sido el pez carnívoro mayor de la historia: llegaba a medir 12 metros y pesaba unas 14 toneladas.

Al dejar En Vermell, nos fijaremos en que en su lado sur las rocas están impregnadas en superficie por unas clapas doradas, que son objeto de la siguiente parada.