EL ENTORNO GEOLÓGICO DE ALGAIARENS

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Recorrido propuesto en la parada y continuación hacia la siguiente.

Cogiendo el Camí de Cavalls desde el aparcamiento de Algaiarens nos dirigiremos hacia cala Fontanelles, en un tramo de camino bastante cubierto de arena arrastrada por el viento. Al llegar, nos situaremos inicialmente en el margen de levante de la cala, detrás de una casita conocida como Villa Seca.

En esta parada encontramos las rocas grises del Triásico medio, que en este punto corresponden a unas rocas calcáreas. Estas rocas sedimentaron principalmente en un mar poco profundo de aguas tranquilas, donde proliferaron numerosas formas de vida. Los esqueletos de estos organismos, muy frecuentemente rotos parcial o completamente para las olas, acabarían originando un sedimento, junto con la erosión producida por la propia actividad de los organismos; así, por ejemplo, las defecaciones de animales que se alimentaban de organismos de esqueleto calcáreo también pasarían a formar parte del sedimento. La cimentación de los granos que constituyen el sedimento darían paso a la formación de una roca, la Roca sedimentaria cuyo componente principal es el carbonato cálcico (CaCO<sub>3</sub>). Su origen puede ser químico, orgánico o detrítico.</p></div>">caliza. De esta manera, todas estas rocas contienen fósiles, imprescindibles para determinar su edad.

A lo largo de la cuesta de Ses Fontanelles y en dirección a la punta de S’Ángel, que limita la cala por el este, el aspecto de las rocas no es lo mismo. Se identifican calizas formando finas capas separadas por láminas extremadamente delgadas de margas. Las margas son rocas sedimentarías blandas y de aspecto terroso, compuestas por una mezcla de arcillas y carbonato cálcico (como las calizas) y de color muy variable, a causa de los diferentes componentes que pueden contener y la proporción de estos (materia orgánica, hierro, etc.). Habitualmente se sedimentan en ambientes tranquilos marinos y más bien lacustres. Así, la presencia de estos niveles margosos marca cambios en la sedimentación, que implican un incremento de llegada de material terroso arcilloso, desde áreas continentales adyacentes a la zona donde se depositan estas rocas, en detrimento de la sedimentación de restos de organismos con caparazón o esqueletos de composición calcárea

Reconstrucción del mar de aguas someras y tranquilas, donde proliferaron numerosos organismos, la actividad de los cuales, junto con los caparazones y los esqueletos de los organismos calcáreos, formarían gran parte del sedimento que constituiría las rocas calcáreas que identificamos en Algaiarens.

Calizas constituyendo finas capas con intercalaciones de pequeños niveles de margas (punto A).

Por encima de estas rocas veremos niveles de estratos mucho más masivos de dolomías (que identificaremos especialmente en la punta de S’Ángel). Las dolomías eran originariamente rocas calcáreas que serían enterradas y cubiertas por otros materiales que las presionaban. Bajo estas condiciones y mediante la presencia de agua con magnesio, la Roca sedimentaria cuyo componente principal es el carbonato cálcico (CaCO<sub>3</sub>). Su origen puede ser químico, orgánico o detrítico.</p></div>">caliza se puede convertir en una dolomía. Es decir, muy habitualmente una dolomía era una roca calcárea y, por lo tanto, formada por CaCO3. Cuando por esta roca circula agua con un alto contenido en magnesio, el calcio (Ca) es sustituido por magnesio, dando lugar a esta roca nueva. Durante esta transformación se produce un proceso de cristalización: la roca se vuelve un poco más pequeña (en torno a un 11% de pérdida de volumen) y desaparecen las estructuras sedimentarias y también los fósiles, unos factores que condicionan enormemente su aspecto.

En el mar, cerca del extremo oeste de la cala, también se identifican las rocas calcáreas en el islote de Ses Vinjoles, con la particularidad que aquí las observamos formando un pliegue. De hecho, todas las rocas que hemos observado configuran plegamientos, pero, a diferencia del islote de Ses Vinjoles, son difíciles de identificar. Estos pliegues los podemos asociar a los intensos movimientos que afectaron a la Tierra desde finales del Cretácico (hace 65 Ma) y que provocaron la colisión entre dos grandes placas tectónicas: la placa Africana y la placa Euroasiática, que se encontraban separadas por un gran mar. A medida que estos dos grandes continentes se acercaban por efecto de estos movimientos, los sedimentos, que, como los que contemplamos en la parada, durante millones de años se habían formado y acumulado en el fondo del mar, se iban transformando en rocas y comprimiendo, constituyendo pliegues como los que vemos en Ses Vinjoles, ya que estos sedimentos todavía no eran rígidos. Este proceso culminó con la salida de enormes masas rocosas del fondo del mar, originando las grandes cordilleras montañosas que actualmente rodean el mar Mediterráneo occidental, como por ejemplo son las Béticas, de las cuales las islas Baleares, y por lo tanto también Menorca, forman su prolongación hacia el este. 


Illot de ses Vinjoles fuertemente plegado delante la cala de Fontanelles (punt A).

Ante el punto de observación, a poniente de la cala, se identifica una duna fósil del Cuaternario, de las mismas características que la identificada en la primera parada y de dónde también se han desprendido abundantes bloques, algunos de gran tamaño. Algunos han llegado al mar y otros no, que aprovechando las irregularidades causadas por la disposición caótica que presentan, sirvieron tiempos atrás para construir refugios para pescadores. Así, estas rocas por ser recientes, y consecuentemente estar poco consolidadas, son muy susceptibles a la caída de bloques. Por debajo de esta duna encontramos también las rocas del Triásico; en este caso, corresponden únicamente a depósitos de margas que se sedimentaron a continuación de las del flanco de levante de cala Fontanelles (así, las margas ya se formaron en el Triásico superior). Su situación es sencilla de identificar, ya que se encuentran muy cubiertas de vegetación, pero a la vez este hecho provoca que no las podamos reconocer con detalle.

Continuando el itinerario, en el margen oeste de la cala, encontraremos la pequeña fuente de cala Fontanelles. De hecho, la presencia de esta fuente da nombre a la cala. Este manantial surge como consecuencia de que las rocas que observamos por encima, las dunas consolidadas del Cuaternario que llamamos marès, son rocas permeables que permiten la infiltración y el paso del agua de lluvia por su interior. Por debajo de estas rocas hay otras, las margas del Triásico superior, que, como todos los materiales con contenido arcilloso, son rocas impermeables. Cuando el agua infiltrada se encuentra con estos materiales ve interrumpido su camino, no puede seguir circulando por el interior de la roca, provocando su afloramiento al exterior en forma de fuente. Siguiendo el camino, en las proximidades de la fuente, podremos tocar las margas en algún claro que deja entrever la vegetación y comprobar su naturaleza fangosa.


Vistas generales de cala Fontanelles en su flanco oeste. Destaca en forma de resalte un nivel de dunas fósiles (el límite inferior se ha marcado en amarillo) bastante continuo desde el cual se han desprendido grandes y numerosos bloques de roca. Por debajo de esta duna, una franja de vegetación marca la presencia de las margas del Triásico superior (punto A). En la fotografía inferior, en primer término, el islote de Ses Vinjoles.

Fuente de cala Fontanelles y aspecto terroso de las margas (punto B).

Siguiendo el Camí de Cavalls llegaremos a un punto altivo justo al extremo occidental de cala Fontanelles, la punta de S’Aprés. Desde este lugar se obtienen unas buenas vistas de la Punta o Penyal de Corniola, un acantilado constituido por dolomías, como las identificadas en Fontanelles, pero en este caso sedimentadas en el Jurásico, es decir, unos 50 millones de años más tarde. Estas rocas, de colores un poco más oscuros que los del Triásico, son muy resistentes y fuertes, y han dado lugar a la formación de este saliente. Aun así, estos acantilados debieron ser mucho más altos. Los estratos fueron cortados abruptamente y erosionados intensamente formando una penillanura paralela al mar, es decir: una erosión muy fuerte arrasó completamente el relieve y lo dejó completamente plano. En la Raconada de s’Escala, que limita la punta por el sur, los colores grises del acantilado pasan a coloraciones rojas, en un interesante afloramiento geológico que es objeto de la siguiente parada.

Penyal de Corniola modelado en dolomías del Jurásico y afectado por una intensa erosión que arrasó el relieve y lo dejó completamente plano (punto C).