Geoturismo Illes Balears

Entre Canal d’en Martí y Punta Llagosta se encuentra un afloramiento de rocas que salen de la normalidad sedimentológica de la isla de Eivissa, las rocas ígneas. 

Este tipo de rocas se forman a partir del enfriamiento y solidificación (cristalización) de material rocoso fundido (magma). Dependiendo de a qué profundidad de la Tierra cristalice el magma y del tiempo que tarden al hacerlo, las rocas ígneas se pueden clasificar en:

• Rocas plutónicas: Este tipo de rocas son las que se forman a partir de un magma enfriado y solidificado a una cierta profundidad en el interior de la Tierra dando lugar a cuerpos ígneos con una cristalización bastante perfecta y completa, debido a que el tiempo de enfriamiento es largo. Este tipo de rocas nunca aflorarían en superficie si no fuera por los procesos tectónicos y erosivos. También reciben el nombre de rocas intrusivas. 

• Rocas hipoabisales: Estas rocas se forman en los conductos que aportan el magma desde el interior de la Tierra hasta la superficie. Acostumbran a presentar minerales de grano medio pero muchas veces presentan características parecidas a las rocas plutónicas o a las volcánicas. También se llaman rocas subvolcánicas o filonianas.

• Rocas volcánicas: Son las rocas que cristalizan en la superficie de la Tierra, en condiciones subaéreas y con un enfriamiento rápido. Dan lugar a cuerpos ígneos con una cristalización muy deficiente llegando, incluso, a no presentar estructura cristalina y ser un material vítreo. Se conocen también con el nombre de rocas extrusivas. 

Las rocas ígneas que se encuentran entre Canal d’en Martí y Punta Llagosta han sido clasificadas como rocas plutónicas para los autores Spiker y Haanstra en 1935 y para Beauseigneur y Rangheard en el año 1968.

Presentan un aspecto masivo y son de color gris – verdoso oscuro. Presentan numerosas fracturas por las cuales han circulado y cristalizado magmas de composiciones diferentes (diques). Como resultado de la intensa meteorización que las ha afectado presentan alveolos, conocidos vulgarmente como nidos de abeja.

El magma que ha cristalizado en las fracturas presenta una composición diferente a la de la roca en donde se encaja. A veces, por sus propiedades químicas, es más fácil de erosionar y se forman canales que, al encontrarse rellenados por el mar, parecen estructuras artificiales hechas por el hombre con el fin de acceder en los barcos de pesca; nada más alejado de la realidad.

No se sabe con seguridad en qué momento se originaron estas rocas ígneas sin embargo, en este afloramiento, parece que haya ocurrido durante el Mioceno ya que los materiales de esta época parecen afectados por la aureola de contacto de las rocas ígneas.  

Otro aspecto interesante, aunque no geológico, es el yacimiento arqueológico de púrpura que hay situado en el margen derecho de Canal d’en Martí. Se trata de restos de conchas de gasterópodos que los fenicios, y luego los romanos, usaron para extraer de ellos el color púrpura.

Este tinte, más valioso que el oro, se empleaba en la tinción de telas que luego se exportaban desde Eivissa hacia el resto del Mediterráneo.

Las especies de gasterópodos más empleadas en la extracción del púrpura son Hexaplex trunculus y Bolinus brandaris. El tinte procede de unas glándulas que tienen estos animales y que segregan una mucosidad inicialmente transparente y que, en contacto con el aire, se oxida y se vuelve de color púrpura.

En la costa pitiusa existen más de 40 yacimientos de púrpura.