El Pla<A[Plan|Plano]> de Corona recibe su nombre precisamente por<A[por|para]> su orografía allanada y extensa, que se encuentra rodeada por montañas. Geológicamente hablando, esta estructura recibe el nombre de poljé.
Un poljé es una gran depresión kárstica de dimensiones kilométricas que presenta un contorno irregular y fondo plano, normalmente recubierto por limos y arcillas procedentes de la erosión de los relieves<A[relevos|relieves]> que lo rodean que, al oxidarse el poco hierro que contienen, dan tonalidades muy rojizas (terra rossa).
Esta depresión está causada por el hundimiento de cavidades subterráneas, en algunos casos, ayudado por la acción de fallas<A[fallas|fallos]>.
Poljé de Santa Agnès de Corona.
En el caso del poljé de Santa Agnès esta depresión kárstica fue favorecida por un conjunto de fallas<A[fallas|fallos]> que presentan una orientación noroeste a sureste y nordeste a suroeste, las cuales provocaron el hundimiento de bloques<A[bloques|blocs]>. Posteriormente, el agua subterránea aprovechó los planos<A[planes|planos]> de debilidad para ir disolviendo el sustrato rocoso y así favorecer los procesos kársticos.
Esquema representativo de la formación de un pòlie.
Esta geomorfología deprimida ha provocado que, actualmente, el Pla de Corona se comporte como cuenca endorreica, es decir, como llanura de acumulación de las aguas y sedimentos procedentes de los torrentes de las colinas que rodean el polje y que no presenta conexión con el mar. Las aguas superficiales son absorbidas por los ponors.
El poljé de Santa Agnès de Corona, así como el de Sant Mateu d'Albarca, son los dos ejemplos más importantes de este tipo de modelado kárstico; aunque es posible observar, con fotografías aéreas, otros poljés y dolinas de menor tamaño.
Fotografía aérea en donde se delimitan los dos poljés principales, así como las dolinas y pòlies secundarias.