DUNAS FÓSILES DE ES CANUTELLS A CALA EN PORTER

Este LIG representa el único de Menorca que se centra exclusivamente en rocas sedimentadas durante el Cuaternario, el último de los periodos geológicos. Su valor se relaciona con una gran duna fósil que aflora discontinuamente desde Es Canutells hasta cala Llucalari, aunque por la calidad de los afloramientos, la localidad de interés se limita hasta el Racó d’en Pudent, junto a la urbanización de Cala en Porter.


Vista general del LIG desde Cala en Porter con las dunas fósiles del Racó d’en Pudent adosadas al acantilado en primer término.

Estas dunas corresponden a una roca formada por la consolidación de la arena que ha sido acumulada en la costa por la acción del viento y que en las islas Baleares se conoce como marès. Este gran amontonamiento de arena se ha producido como consecuencia de los sucesivos cambios climáticos que han afectado a la Tierra durante el último millón de años. Durante los periodos muy fríos de las glaciaciones, el agua de la Tierra se acumulaba en forma de grandes glaciares en los polos geográficos y en las montañas y, en consecuencia, el nivel del mar descendía. Este proceso provocaba que quedaran al descubierto enormes extensiones de arena a merced de los vientos, que, si soplaban de mar hacia tierra adentro, podrían arrastrar la arena hacia la costa formando un cordón de dunas, que al encontrar un obstáculo, como un acantilado, se depositaría a su pie.

En el área de interés, el descenso del nivel del mar y la consecuente acumulación de arena que acabaría formando las rocas se habría producido hace aproximadamente 140.000 años. Esta datación ha sido posible al identificar en la roca restos de caracoles terrestres fósiles que vivían en la duna cuando todavía no se había consolidado. Estos fósiles han sido identificados en unos limos con coloraciones rojas que contiene la duna en Calescoves, pero también en otros lugares como el Racó de Sant Josep.

También hay que indicar que en estas dunas fósiles se han identificado huellas de Myotragus, un mamífero de la subfamilia de los caprinos. Se cree que llegó a las Baleares a finales del Mioceno (ahora hace unos 5 millones de años), cuando buena parte del Mediterráneo se secó. Su evolución, aislada del resto del mundo y en ausencia de depredadores, dio lugar a la especie Myotragus balearicus, con un aspecto bastante curioso, de talla reducida, unas extremidades muy cortas y robustas, unas órbitas oculares muy centralizadas y un único diente incisivo.

En el LIG destacan los afloramientos del Racó des Suros (muy próximo a Es Canutells) y de las calas Racó d’en Pudent y Racó de Sant Josep (junto a Cala en Porter). En estos lugares la roca fue explotada con la finalidad de obtener bloques para la construcción. Las canteras de marès a lo largo de la línia costa son relativamente frecuentes en Menorca, con el fin de facilitar el transporte de los bloques en barco, pero debida a su distribución se desarrollan especialmente en el marès sedimentado en el Mioceno y no tanto en el Cuaternario, como es el caso de estas.


Dunas fósiles en los Racons des Suros y Sant Josep. Nótese que las paredes adoptan superficies planas y verticales producto de los trabajos de extracción del marès.

La explotación ha dejado al descubierto espectaculares cortes de la roca que permiten reconocer sus características, como son las estratificaciones cruzadas, un tipo de estructura sedimentaria resultante de la disposición de los granos de arena que se ordenan en láminas que forman ángulos entre ellas. El ordenamiento es un reflejo del avance de los granos de arena por la acción del viento, que originó estas dunas. Hay que señalar también, que la extracción desencadena una serie de inestabilidades, es decir, acelera su erosión, lo que provoca la caída de bloques de roca. Los científicos han descrito las dunas de estos dos rincones como trepadoras o cabalgantes. Esta tipología se relaciona con dunas donde la arena ha ascendido por una cuesta por la acción del viento.


Detalle de las laminaciones ligeramente inclinadas en el Racó des Suros y de las caídas de bloques.

Por su parte, en los precipicios situados a poniente de Calescoves hay que destacar la cueva de Sa Duna, por su singularidad, pero especialmente por identificar en ella un yacimiento de huellas fósiles. Corresponde a una cavidad costera en una altura de 12 m por encima del nivel del mar, donde en su interior se localiza de manera insólita una duna fósil, de una altura mínima de 14 m y con una notable buena estratificación. La arena que forma la duna debió entrar por una boca de la cueva, mucho más alta que la actual, hasta taparla completamente. La boca actual es producto de la erosión en la cima de la duna. En estas rocas se ha identificado un excepcional número, y bien conservado, de rastros y huellas de Hypnomys, un lirón (roedor), del cual se ha descrito una especie gigante endémica de Menorca.


Imagen topográfica de la cueva de Sa Duna, en sección (arriba) y en planta (abajo). La cueva presenta dos salas principales (d y b) de una anchura máxima de 16 m, comunicadas por un estrecho pasillo (c). La cueva está rellenada por una duna del Cuaternario que ha fosilizado, originando marès (topografía elaborada por J. Florit y J. Màrquez y publicada en Quintana y Arnau, 2004, y Trias, 2004).