Se puede visitar el mirador en cualquier momento del año, aunque hay que extremar las precauciones cerca de los acantilados para evitar caídas, especialmente los días de fuerte viento de Tramontana. La irregularidad del terreno provocada por la erosión implica que sea fácil patinar y por ello también hay que ir con cuidado en caso de salir de los caminos.
En unas antiguas dependencias del faro se ha habilitado un centro de interpretación magnífico donde se dan a conocer numerosos aspectos relacionados con el mismo faro y su entorno: la geología, la biodiversidad, la pesca, el paisaje, la arquitectura, así como aspectos históricos y técnicos de los faros de Menorca. La visita al centro es muy recomendable.