Recorrido recomendado.
Siguiendo nuestro recorrido y en la zona de la costa nos encontramos con un arco de erosión litoral desarrollado en las dunas fósiles pleistocenas (punto A) y, en dirección opuesta, un puente de erosión litoral en las brechas jurásicas (punto B).
Arco litoral en calcarenitas (izquierda) y puente litoral en brechas dolomíticas (derecha)
Este tipo de estructuras son producto de la degradación y retroceso del acantilado litoral, debidos a los procesos marinos (oleaje, mareas,…).
En esta zona la ladera está constituida por brechas dolomíticas de colores rosados y grises, e intercalados aparecen lentejones de las calizas del Cretácico. En el punto C podemos apreciar que el contacto entre ambos materiales es discordante, de tipo mecánico (falla).
Contacto mecánico entre las calizas cretácicas y las brechas dolomíticas jurásicas.
Más adelante, en el punto D, las dunas fósiles que recubren la ladera litoral han sido erosionadas, dejando ver un espectacular afloramiento de calizas y brechas dolomíticas.
Las formas arriñonadas y el color rosado de la roca contrastan con el resto de paisaje, haciendo de éste sitio único en Mallorca.
Afloramiento de Jurásico por debajo de las dunas fósiles
Aunque en la primera impresión parece una masa de roca caótica, si nos fijamos con detenimiento en algunos puntos podremos observar que, de hecho, está bien estratificada, aunque la presencia de incontables fallas ha borrado gran parte de su disposición original.
Esta formación rocosa es aparentemente estéril en fósiles que permitan su datación, aunque la presencia puntual de Aptychus (opérculos de ammonites) y niveles con sílex (pedernal) sugieren que su edad corresponde al Jurásico superior (165-145 Ma), ya que estos elementos son muy característicos de este intervalo en las rocas de Mallorca.
La intensa brechificación de los materiales, la presencia de abundantes fallas y de lentejones de rocas del Cretácico intercaladas entre las rocas jurásicas, denotan que esta zona ha sufrido una intensa deformación y trituración.
Detalle de las calizas dolomíticas donde se aprecia su disposición en estratos y la existencia de fallas (izq.), y Aptychus (der.).
Justo a la altura del afloramiento de calizas y brechas dolomíticas jurásicas y en la zona de la costa podemos acceder a una cueva litoral desarrollada en las dunas fósiles cuaternarias.
El acceso a la cueva se realiza aprovechando una antigua rasa marina (superficie plana originada por la abrasión marina al nivel de la marea baja). Esta superficie es la responsable de la forma “en ocho” de la entrada de la cavidad.
Aquí (punto E) es posible apreciar la estratificación cruzada, típica de este tipo de depósitos y la superposición de varios cuerpos dunares con diferentes orientaciones del viento que las formó.
Cueva litoral desarrollada en las eolianitas cuaternarias. Obsérvese la marcada estratificación cruzada.
En nuestro camino hacia s’Arenalet, es recomendable acercarse a la costa ya que podremos observar varios aspectos geológicos muy interesantes de las dunas fósiles (punto F).
Por un lado, cuando se formaron las dunas existía una vegetación que ha dejado su impronta en forma de rizocreciones (formas tubulares debidas a la carbonatación del terreno alrededor de la raíz).
Rizhocreciones, un tipo de bioturbación producida por las raíces en las dunas fósiles.
Por otro lado, podemos apreciar el exokarst litoral, también denominado karren litoral, debido a los procesos de disolución de las calcarenitas
En las cercanías de la costa se puede apreciar que la superficie rocosa aparece corroída, con formas afiladas y cortantes. Se pueden apreciar estrías, pináculos, microálveolos y pozas (cocons en mallorquín).
Formas del karren litoral: estrias (A), microalveolos y pináculos (B) y pozas (C).
