Introducción

Por qué hacer un análisis


Los análisis de tierras, de aguas y de material vegetal es conveniente sobre todo en los suelos en los que hay que abonar, en el momento de implantar un nuevo cultivo o cuando se quiera conocer que pie o portainjerto es el más adecuado. Más concretamente, los análisis de agua son importantes para conocer la calidad del agua utilizada para el riego, ya que de ello depende que los suelos tengan unas buenas condiciones tanto físicas como químicas. Estos análisis también permiten evitar posibles casos de contaminación de suelos, de las capas freáticas o de las mismas plantas, que comporten consecuencias negativas para la población humana o el mundo animal, ya sea a corto o a largo plazo.

Por otro lado, el objetivo de un abono, ya sea mineral u orgánico de los cultivos es conseguir una buena nutrición de la planta. En este sentido, algunas veces se cometen errores, como el abono en exceso, hecho que provoca que se pierda una gran cantidad de nutrientes (principalmente N) que la planta no puede absorber, o bien aplicar fertilizaciones que causen desequilibrios tanto de macronutrientes como de micronutrientes. Otras veces, la planta puede presentar síntomas de fitotoxicidad, que pueden tener el origen en problemas biológicos por infección de patógenos tanto del suelo como propios de la misma planta. Las fitotoxicidades vienen dadas por exceso o defecto de algún macro o micronutriente, como es el caso de la deficiencia de macronutrientes como el K o de micronutrientes como el Zn. Otros problemas de este tipo vienen dados por un exceso de sales, particularmente de iones de Na, que provienen directamente de un suelo con problemas de salinidad o de un riego continuado con agua de alta conductividad eléctrica. Por todo esto, es recomendable y necesario realizar análisis de tierra, agua y foliares cada cierto tiempo.

Cuando hacer un análisis


El mejor momento para realizar unos análisis es justo antes de la aplicación de abonos, ya sean orgánicos o inorgánico, en los casos en que se quiera poner en marcha un nuevo cultivo. Otro momento recomendable es poco después de la cosecha, ya que obtendremos una buena información para calcular los abonos para la próxima temporada. Para comprobar la calidad del agua, es conveniente analizarla de forma periódica.