MIOCENO DE CALA BLANCA AL CABO DEL CAP D´ARTRUTX

A pesar de su aparente homogeneidad, en la región de Migjorn de Menorca se diferencian tres unidades geológicas diferentes. La más antigua está constituida fundamentalmente por conglomerados, fue sedimentada hace alrededor de 15 millones de años y se puede identificar con claridad en cala Morell. La intermedia se depositó más tarde, hace aproximadamente 11 millones de años y domina la mayor parte de esta región de la isla. Está constituida principalmente por marès, aunque en ella se reconocen otras rocas, y fue sedimentada en un área llana i suavemente inclinada hacia el fondo del mar, a diferentes profundidades, donde proliferaron numerosas y variadas formas de vida. Por encima, la unidad más reciente habría sido depositada hace aproximadamente 7 millones de años en un ambiente arrecifal. Está formada por marès y calizas (piedra viva) con corales y niveles de algas calcáreas (rodólitos), que al incorporar carbonato de calcio en sus tejidos pueden fosilizar.


Vistas generales del LIG en Cala en Bastó (arriba) y en el Cap Negre (abajo).

El LIG se relaciona con varios afloramientos de esta última unidad superior sedimentada a partir del desarrollo de arrecifes. Los arrecifes son ecosistemas marinos de aguas poco profundas tropicales, por lo tanto, cálidas, compuestas por una comunidad de seres vivos marinos como son los corales y las algas calcáreas. Estos organismos de esqueleto calcáreo van creciendo unos sobre otros, ya muertos, constituyendo una roca calcárea muy resistente, que en Menorca es conocida como piedra viva (hay que señalar que la piedra viva se puede constituir por otras vías). La disposición que originan los arrecifes, creciendo unos organismos sobre otros de antiguos, provoca que acaben presentando una morfología de montículos rocosos irregulares, a menudo sin una estructura sedimentaria bien definida.


En los arrecifes cada individuo está unido con las construcciones vecinas. Segregan carbonato de calcio, que les sirve como cemento para sujetarse. Así, el arrecife se extiende en dirección vertical y horizontal. La mayor parte de los arrecifes se componen de esqueletos de corales, organismos que viven en colonias de numerosos individuos. No obstante, se identifican otros seres vivos como las algas calcáreas o las almejas (www.newscientist.com).

Así, los arrecifes construyen un edificio macizo que sobresale de las otras formaciones marinas circundantes y, aunque es lo bastante rígido para resistir a las olas, su acción continúa, junto con la actividad erosiva de organismos vivos, pueden romper fragmentos, frecuentemente de tamaño arena, que son depositados ampliamente en su base. Asimismo, hay que considerar que la estructura de los arrecifes no se limita únicamente a un montículo repleto de organismos de esqueleto calcáreo, sino que también forma parte de la estructura los sedimentos derivados de la destrucción de los mismos, que se depositan a su alrededor constituyendo sus flancos o taludes.

Entre cala Blanca y el Cap d’Artrutx, se identifican diferentes formaciones geológicas, asociadas a construcciones de arrecifes. Estas varían dependiendo de la presencia de unos u otros fósiles, y el propio aspecto del sedimento que constituye la roca, que cambia según el lugar dónde se depositó.

En el sur de cala Blanca hasta cala en Bastó, predomina el marès que se asocia a los taludes de los arrecifes, es decir, al sedimento que se ha desprendido del núcleo del arrecife por efecto de la erosión, junto con el propio que se forma en estos puntos. Hay que señalar que en este sedimento, que se deposita en la parte inferior de los arrecifes, también proliferan formas de vida. Así, en la Punta de s’Aigua Dolça abundan las algas calcáreas (rodólitos) y en los niveles que se sitúan inmediatamente por encima de estas rocas, encontramos almejas de dimensiones de entre 5 y 10 cm. En Cala en Bastó también se han reconocido ostras y briozoos, entre otros organismos. Aquí, por encima de la roca de aspecto arenoso, se identifica otra más compacta, una Roca sedimentaria cuyo componente principal es el carbonato cálcico (CaCO<sub>3</sub>). Su origen puede ser químico, orgánico o detrítico.</p></div>">caliza, donde se pueden identificar corales propios del cuerpo del arrecife. Desde esta cala hasta el Cap d’Artrutx se reconocen los materiales propios del núcleo del arrecife (con abundantes corales) junto con los niveles propios de su erosión.


Fósiles de corales coloniales (arriba) y de berberechos (abajo). A la derecha corresponden a litófagos (dátiles de mar), que tienen la capacidad de perforar la roca y en este caso lo hacen en un coral fósil. A la izquierda pertenecen a pectínidos, caracterizadas por una valva inferior mayor que la superior, que es casi plana, y las ondulaciones que radian desde el vértice de cada valva, haciendo un dibujo similar a un abanico.

En la zona se detectan frecuentemente sedimentos rojos que corresponden al producto residual de la disolución de las rocas calcáreas. En ellos se han realizado hallazgos de fósiles de vertebrados y especialmente de invertebrados como son los caracoles terrestres (Testacella sp, Oxychilus lentiformis (Kobelt, 1882), Rumina decollata (Linnaeus, 1758), Chondrula (Mastus) gymnesica (Quintana, 2006), Trochoidea frater (Dohrn i Heynemann, 1862), Testacella (Testacella) scutulum G.B (Sowerby, 1820) y Xerocrassa nyeli (Mittre, 1842)).


Sedimentos rojos de origen continental donde se han identificado fósiles en la Punta de na Freda de Cala en Bastó.