La ausencia de urbanización en el margen de poniente de cala Tirant ha permitido la preservación de afloramientos geológicos interesantes. Es aquí donde localizamos las rocas consideradas como las más antiguas de las Islas Baleares. La presencia de fósiles de graptolites entre sus rocas permitió determinar que se sedimentaron hace aproximadamente 400 millones de años (final del Silúrico - principio del Devónico) en el fondo del mar.
La palabra graptolite deriva de graptos (‘escritura’) y litos (‘piedra’) y corresponden a fósiles que se presentan, generalmente, como líneas dentadas de color blanco en la superficie de rocas arcillosas, como son por ejemplo las lloselles o las pizarras. Fueron organismos marinos (hemicordados) de vida colonial, que vivieron exclusivamente en el Paleozoico, donde presentaron una amplia distribución en sus mares. Son de gran interés para la datación de las rocas del Ordovícico y Silúrico, periodos del Paleozoico, en el que estos organismos adquirieron el desarrollo máximo justo antes de su extinción total.
Son unos fósiles difíciles de identificar, que a menudo se encuentran chafados dentro de las rocas como si fueran pequeñas hojas prensadas, por lo cual sus restos se pueden confundir fácilmente con fósiles de plantas. Además, la exposición subaérea de las rocas borra en muchas ocasiones su huella, hecho que dificulta todavía más su reconocimiento. Estos fósiles fueron identificados en el Macar Petit de Tirant en unas rocas de aspecto pizarroso; una roca sedimentaria dominantemente arcillosa que se suele exfoliar en pequeñas losas. Similar a roca sedimentaria detrítica formada por arcilla.</p></div>">pelita. </p></div>">llosella de color negro, derivada de arcillas ricas en materia orgánica.
Vista general del Macar Petit y afloramiento y detalle de las lloselles negras en la cala. Entre las lloselles negras frecuentemente se intercalan capas de color más claro de rocas calizas.
Toda el área presenta numerosos pliegues, algunos bastante espectaculares. Las rocas sedimentarias se caracterizan por ser rocas estratificadas, es decir, están formadas por estratos o capas que se apilan unas sobre las otras horizontalmente. Eso implica que si encontramos una roca con los estratos doblados o rotos, podremos decir que la roca ha sido deformada. Las deformaciones son una consecuencia de la acción de unos esfuerzos que se dan en la corteza terrestre y que pueden romper una roca, si esta es rígida o bien plegarla, si es plástica. Los pliegues de Tirant son testigo de las enormes tensiones a las cuales estuvieron sometidas estas rocas al final del Carbonífero (hace unos 300 millones de años). Estas tensiones levantaron los sedimentos acumulados al fondo del mar y formaron grandes cadenas de montañas. Estos plegamientos reciben el nombre de orogénesis Herciniana y dieron lugar a la formación de una Menorca primitiva.
Las rocas de Tirant se encuentran muy deformadas como consecuencia de los esfuerzos de tipo compresivo a los cuales estuvieron sometidas, que originaron primero pliegues (por el hecho de ser rocas no consolidadas) y mucho más tarde fracturas y fallas, una vez los sedimentos ya constituían rocas rígidas.
Ejemplos de vistosos pliegues en Tirant en areniscas de grano fino intercaladas en capas de llosella. En rojo se señalan, a manera de ejemplo, las trazas de algunos pliegues formados cuando las rocas todavía no se habían consolidado y en amarillo, el trazo de una falla que deformó las rocas cuando estas ya eran rígidas.
En el Macar Gran o cala de Binidonaire se identifican fácilmente las secuencias de rocas sedimentadas mediante corrientes de turbidez. Es decir, las corrientes de agua sucia arrastraron, desde zonas de poca profundidad, los sedimentos hacia las grandes profundidades marinas donde los depositarían. En ocasiones muestran estructuras que reflejan el transporte al cual fueron sometidos: un aspecto acanalado y ondulado que indica la acción de la corriente de agua turbia, que originó una sucesión de pequeños surcos y montones de arena.
Talud de rocas sedimentadas mediante corrientes de turbidez en Binidonaire (afectado por fallas y pliegues) y detalle de las ondulaciones provocadas por la misma corriente al arrastrar los granos de arena.
En esta cala, las rocas se encuentran frecuentemente intercaladas por capas de calizas. Estas llaman habitualmente la atención, por la gran presencia de diaclasas (fracturas en las rocas sin desplazamiento relativo de las partes) que han sido mineralizadas por calcita blanca.
Calizas densamente ralladas por una red irregular de líneas correspondientes a diaclasas mineralizadas en calcita.
Finalmente, hay que señalar la presencia en todo el LIG de estratos de marès correspondientes a acumulaciones de arena consolidada de antiguas dunas del Cuaternario (el periodo geológico más reciente). En estos depósitos, muchas veces podemos observar un conjunto de líneas inclinadas que indican el movimiento de la arena, que fue arrancada por el viento desde la playa hacia tierra adentro, donde fue amontonada en un área próxima a la costa.
Marès sedimentado encima de las capas de llosella y areniscas del Silúrico-Devónico, correspondiendo a una antigua duna de edad cuaternaria, en el flanco que limita por el norte la cala de Binidonaire. Hay que notar la forma de cuña que adopta la duna fósil, que se afina tierra adentro por efecto del arrastre de la arena desde el mar en dirección hacia el interior.