Durante el Jurásico (201-145 Ma), lo que hoy en día es Mallorca formaba parte de un fondo marino. Muchos millones de años después (hace unos 25, aproximadamente), los materiales se plegaron y se levantaron formando los actuales relieves de la isla. Entre éstos se encuentra un pequeño sistema montañoso conocido como Serra de Son Amoixa, que forma parte de las Serres de Llevant.
En el LIG de Son Amoixa podemos observar uno de los puntos más relevantes para el estudio del Jurásico en la zona debido a la buena exposición y calidad del afloramiento.
Se trata de un conjunto de estratos calizos, casi verticales, en los que se han escrito varios números consecutivos en su superficie. Estos números corresponden a diferentes niveles identificados durante la realización un estudio estratigráfico.
Para realizar un estudio estratigráfico, el geólogo localiza afloramientos donde la serie estratigráfica que desea estudiar sea especialmente visible. Una vez localizado, determina el nivel a partir del cual va a “levantar” la serie, denominado nivel de base y un nivel final, denominado nivel de techo, mide los espesores y toma notas de cada uno de los estratos, los numera y toma muestras para llevar al laboratorio. Allí se estudian los fósiles que contienen mediante lámina delgada, su composición química, etc. y con toda esa información reconstruye la evolución del medio dentro de la serie estratigráfica.
En el caso del afloramiento de Son Amoixa, el medio en el que se formaron las calizas corresponde a una zona de aguas poco profundas del Jurásico inferior (201-175 Ma).
Panorámica de uno de los taludes con calizas del jurásico inferior, numeradas en amarillo (izquierda) Detalle de uno de los niveles numerados (derecha).
Por encima los estratos siguen, si bien ya no están numerados porque todavía no han sido objeto de estudio detallado. En esta ocasión ya no se observan calizas duras sino litologías más blandas, margas, y en niveles mucho más delgados.
Corresponden al Jurásico medio (175-165 Ma) y representan fondos marinos mucho más profundos, llamados pelágicos.
Puntualmente pueden observarse en estos materiales algunos fósiles a simple vista. Tal vez el más destacable sea el belemnites, un tipo de molusco cefalópodo muy parecido a los actuales calamares cuya concha es muy característica del registro fósil del Jurásico
Materiales del Jurásico medio bien estratificados (izquierda). Fósil de belemnite fracturado por pequeñas fallas (derecha).
