Como es bien sabido, Mallorca es una isla con una gran diversidad y abundancia de cuevas, gracias a estar formada principalmente por rocas calcáreas.
El Avenc de Son Pou es una de las cuevas más conocidas y populares de la Serra de Tramuntana, debido a su fácil accesibilidad y grandiosidad.
Túnel de acceso artificial a la cavidad.
Aunque la cavidad no presenta gran desarrollo, destaca la sala principal en forma de cúpula, con 55 metros de altura, 150 m de de longitud y unos 70 m de ancho. En su cenit se abre la entrada natural, un modesto agujero de unos 10 m de diámetro por la que entran los rayos solares.
La apertura natural fue el único y complicado acceso a la cavidad en sus primeros años de exploraciones (principios del siglo XIX) hasta la excavación de un túnel en 1894 para la extracción del guano de las palomas, muy valorado como fertilizante.
Interior de la sala principal iluminada por los rayos del sol que se cuelan por la entrada natural.
La sala principal de la cavidad corresponde a una sala de colapso; es decir, se ha formado por hundimientos progresivos del techo debido a la existencia de un vacio inicial, posiblemente producto de la disolución de la roca. Los sucesivos desprendimientos producen dos efectos: la socavación del techo, adoptando forma de cúpula y la acumulación de los materiales caídos en su base, en forma de cono de derrubios. Esta sala no destaca por sus espeleotemas, que son escasos, no obstante resalta una gran columna de gran tamaño al suroeste (fotografía A).
En sus inmediaciones se encuentra el acceso a dos galerías conectadas entre sí, la inferior presenta menor recorrido, unos 15 m de longitud, y escasas formaciones mientras que la superior, a la que se accede por unas escaleras, posee un recorrido de unos 55 m de longitud y en ella podemos observar gran variedad de espeleotemas: estalagmitas, estalactitas, coladas (fotografía B), banderas, columnas (fotografía C) y, en el tramo final, gours.
Gran columna en la sala central (A), colada parietal (B) y columnas y gours (C) de la galería superior.
Descendiendo el cono de derrubios de la sala principal hacia el noreste, llegaremos a la parte inferior, que esconde varias de las maravillas de la cavidad.
Una vez atravesados varios bloques desprendidos que destacan por su gran tamaño, podemos observar una gran extensión de gours en el suelo ya que esta zona se inunda en momentos de fuertes lluvias (fotografía D). Al fondo aparecen dos grandes conos en la base de dos columnas (fotografía D), estando el de la derecha tapizado también con gours de extrema belleza (fotografía F). Destaca también las abundantes estalactitas de un blanco inmaculado rodeadas de arcillas rojas del techo (fotografía E).
Conos en la base de columnas (D), estalactitas (E) y gours (F) en la parte inferior de la sala principal.
Entre los conos encontraremos una pequeña apertura que comunica con una pequeña sala de casi 30 m de altura, 25 m de ancho y 30 m de longitud. El acceso se realiza sobre unos gours de gran tamaño.
Tres elementos a destacar de esta sala: los enormes gours de la zona de la entrada (fotografía G), una enorme colada parietal situada en la pared oriental (fotografía I) y unas extrañas morfologías irregulares que recuerdan a la superficie lunar (fotografía H) que se observan en el suelo. Éstas últimas corresponden a cráteres producidos por el impacto recurrente de las gotas de agua en el sustrato arcilloso y constituye un aragonito o yeso. </p><p><br></p></div>">espeleotema excepcional.
Enormes gours cerca del acceso (G), cráteres de impacto (H) y colada parietal (I) de la sala inferior.
Las visitas al avenc de Son Pou han sido frecuentes tal como reflejan los carteles que se observan en la sala principal y en la sala inferior, y por los numerosos grafitis de las columnas de la galería superior. De hecho, en los primeros años del siglo XX fue sede de celebración de certámenes literarios por parte de la Escuela mallorquina de poesía, inspirando la cueva algunos textos de escritores como Miquel Costa i Llobera, Josep Maria Llompart o Francesc de Borja Moll. En el lugar donde se realizaban los recitales hay instaladas algunas lápidas conmemorativas.
Lápidas conmemorativas (D) y en la sala inferior (H) y grafitis de la galería superior (E, F y G).
Por último, hacer ver que las cavidades a escala geológica, son inestables. Los bloques rocosos que conforman el suelo de las mismas con el tiempo se van reacomodando, lo que produce la rotura de los espeleotemas que se encuentran sobre él, de ahí las grietas que frecuentemente observamos en las columnas y coladas de las cavidades.