Una de las estructuras tectónicas más características de los sistemas montañosos son los cabalgamientos, que corresponden a grandes masas rocosas que han sido movilizadas y apiladas una encima de otras por fuerzas orogénicas.
Los cabalgamientos son generados por grandes fallas inversas a lo largo de una superficie de fractura (superficie de deslizamiento) que tiende a la horizontal y que suele coincidir con los materiales más blandos, más susceptibles de ser movilizados.
Pueden llegar a desplazar los materiales varios kilómetros desde su posición de origen. En ocasiones, la erosión hace que parte de las rocas que han cabalgado desaparezcan progresivamente hasta dejar algunas zonas desconectadas del resto del Falla inversa en la que el buzamiento del plano de falla es de bajo ángulo (generalmente menor de 45<sup> o</sup>). En general suele referirse a estructuras de gran escala (regional).</p><p><br></p></div>">cabalgamiento. La estructura resultante de este proceso se llama isla tectónica o klippe.
Uno de los mejores ejemplos de este tipo de estructura, frecuente en los relieves mallorquines, es el Puig Roig.
Dado que la secuencia estratigráfica y la superficie de Falla inversa en la que el buzamiento del plano de falla es de bajo ángulo (generalmente menor de 45<sup> o</sup>). En general suele referirse a estructuras de gran escala (regional).</p><p><br></p></div>">cabalgamiento es la misma en el Puig Roig que en el Puig Tomir (Moleta de Binifaldó), se interpreta que ambos relieves debieron estar unidos; es decir, provienen del mismo Falla inversa en la que el buzamiento del plano de falla es de bajo ángulo (generalmente menor de 45<sup> o</sup>). En general suele referirse a estructuras de gran escala (regional).</p><p><br></p></div>">cabalgamiento (tal como se observa en el esquema simplificado).
Esquema simplificado de la formación de un kipple tectónico
En este caso, los materiales que han servido de superficie de deslizamiento corresponden a las facies Keuper, del Triásico superior, normalmente constituidas por arcillas y yesos que son materiales muy fácilmente deformables. Este mismo nivel ha servido de base en la mayoría de los cabalgamientos que forman la Serra de Tramuntana.
Panorámica del Puig Roig con su estructura geológica.
