Geoturismo Illes Balears

Desde el mirador de la Torre des Verger se divisa la estructura meridional de la Serra de Tramuntana. 

La Serra de Tramuntana constituye una alineación montañosa de orientación SO-NE de 89 km de longitud y una anchura media de 15 km. La línea de cumbres supera los 600 m y la parte más elevada corresponde a su sector central, siendo el Puig Major, de 1445 m, el punto más alto.

Estos importantes relieves están constituidos por grandes masa de roca (llamadas láminas) que han deslizado y se han apilado unas encima de otras, en forma de cabalgamientos, debido a un esfuerzo de compresión. 

La base del deslizamiento suele corresponder a un nivel blando más deformable, en este caso del Rethiense (Triásico superior, 225-200 Ma) y se denomina nivel de despegue. Encima de este nivel deslizan materiales duros, normalmente del Lías (Jurásico inferior, 200-185 Ma). El origen de estos cabalgamientos se sitúa en un periodo de intensa actividad geológica llamado Orogenia Alpina, que empezó hace unos 25 Ma. 

Existe una gran diferencia entre las costas del sector central y septentrional de la sierra, y el sector meridional, donde nos encontramos. Mientras que en la costa del sector central y septentrional predominan los grandes acantilados de calizas del Lías, cortados a pico sobre el mar; en el sector meridional afloran materiales del Triásico y del Mioceno inferior que, al ser más blandos, dan lugar a laderas de fuerte pendiente.

Debido a la fuerte pendiente y a la naturaleza de los materiales que componen la ladera, son frecuentes los deslizamientos en forma de cuchara (también denominados circulares o rotacionales) y, en las cercanías de los relieves jurásicos, los desprendimientos rocosos.

En esta zona de la isla son abundantes los aterrazamientos de la ladera (marjades) para el aprovechamiento agrícola mediante muros de mampostería de piedra (marges). Los aterrazamientos favorecen la estabilidad de la ladera.