El 9 de enero de 2024 el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), aprobó la actualización del Programa Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica 2023-2027 (PNCCA - 2023). Se trata de un plan que permitirá reducir de manera muy significativa los niveles de contaminación de compuestos y sustancias nocivas para la salud en cumplimiento con los compromisos establecidos para España en la Directiva de Techos Nacionales de Emisión para 2030.
El programa establece un total de 61 medidas dirigidas a todos los sectores contaminantes necesarias para alcanzar esta meta, y proteger la salud de las personas y de los ecosistemas.
La directiva de Techos Nacionales de Emisión para 2030 instauró unos compromisos nacionales de reducción de emisiones para el dióxido de azufre (SO2), los óxidos de nitrógeno (NOx), los compuestos orgánicos volátiles no metánicos (COVNM), el amoníaco (NH3) y las partículas finas (PM2,5) para 2020 y 2030, que España incorporó a su ordenamiento jurídico mediante el Real Decreto 818/2018.
Además, estableció la obligación de los Estados Miembros de aprobar un Programa Nacional de Control de la Contaminación, y su actualización cada 4 años, así como un objetivo final de resultado en el año 2030 y un objetivo intermedio para el año 2025 (según senda lineal entre objetivos año 2020 y 2030).
Con dichos objetivos, la actualización del PNCCA establece una serie de medidas sectoriales y transversales, en consonancia no solo con las políticas nacionales de calidad del aire del Plan Aire 2 y con el futuro Plan nacional de Ozono, sino también con la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2030 (PNIEC 2030).
En total, 57 medidas que están agrupadas por sectores de actividad en 8 paquetes sectoriales (mix energético, transporte, industria, eficiencia energética en industria manufacturera y en el sector residencial y comercial, generación y gestión de residuos, agricultura y ganadería) y 4 medidas destinadas a mejorar la situación a futuro de los compuestos orgánicos volátiles (son de especial relevancia los trabajos iniciados para la elaboración de un futuro Plan nacional de Ozono).
El paquete de medidas que incide sobre el mix energético tiene por objetivo principal la descarbonización, desnitrificación y desulfuración, con promoción de manera específica de tecnologías renovables y uso eficiente de la energía y, en segundo lugar, de seguridad de suministro del sector energético.
Por su parte, la descarbonización y la reducción de las emisiones contaminantes en el sector del transporte se logrará mediante la reducción del consumo de combustible (por ejemplo, fomentando el cambio modal a modos más eficientes) y con la contribución de distintas tecnologías (principalmente los biocarburantes y la electricidad renovable). Asimismo, hay medidas encaminadas la reducción de depósito en vertedero, la fertilización eficiente y la reducción de las emisiones de amoníaco en el sector ganadero.
Sumadas a las medidas ya incorporadas, se cumplirían los compromisos de reducción de todos los contaminantes para el año 2025 (año de referencia según trayectoria lineal entre 2020 y 2030). En relación con los compromisos a cumplir a partir del año 2030, se cumplirían para cuatro de los cinco contaminantes, no haciéndolo para los compuestos orgánicos volátiles distintos del metano.
Además, la combinación de las medidas de las actualizaciones del PNIEC y del PNCCA, que se sumarán al Plan Aire 2 y al futuro Plan Nacional de Ozono, permitirá reducir hasta 2030 el número de muertes prematuras vinculadas a la contaminación atmosférica alrededor de un 49% respecto del escenario tendencial, lo que supone una reducción de 5.885 muertes prematuras en el año 2030 respecto al 2019.
Como se ha señalado, la Directiva de Techos fijó unos compromisos nacionales para cada Estado miembro. Así, los porcentajes de reducción para España en 2030 (con respecto al año 2005) son de un 88% para el dióxido de azufre (SO2), un 62% para el óxido de nitrógeno, un 39% para compuestos orgánicos volátiles no metánicos (COVNM), un 16% para el amoníaco (NH3) y un 50% para partículas finas (PM2,5).
Las medidas propuestas en el PNCCA permiten alcanzar en 2021 y 2025 los objetivos de reducción de todos los contaminantes y, para el año 2030, permitirán cumplir los objetivos de cuatro de los contaminantes (SO2, NOx, NH3 y PM2,5), con reducciones del 95% para el dióxido de azufre, 82% para los óxidos de nitrógeno, 18% para el amoníaco y 58% para las partículas finas.
En cuanto a los compuestos orgánicos volátiles no metánicos (COVNM) no se alcanzaría el objetivo (la reducción se quedaría en el 38%, tan solo a un 1% de cumplir con el objetivo).
El cumplimiento de la Directiva de Techos ayudará a cumplir también los valores límite y objetivo de calidad del aire establecidos en la Directiva relativa a la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa y a su actualización para confluir con los valores de referencia establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).