Sexualidad y salud sexual
Los humanos somos seres sexuados por naturaleza. Nuestro cuerpo es sexuado: los genes, las hormonas, la figura corporal, genitales y nuestra forma de reproducción son sexuados.
La sexualidad como forma de energía y capacidad
Podemos definir la sexualidad como una forma de energía que nos capacita para:
- Establecer vínculos de intimidad amorosa.
- Sentir placer erótico.
- Reproducirnos.
A lo largo de nuestra vida vamos desarrollando estas capacidades. Lo hacemos a través del proceso de sexuación, que se inicia en la concepción y dura toda la vida.
El proceso de sexuación
El proceso de sexuación comprende todos los aspectos que contribuyen a la caracterización de la sexualidad de cada persona, de forma genuina. Por ello se dice que existen tantas sexualidades como personas. Toda persona tiene su propia forma de sentir y vivir el placer erótico, la intimidad amorosa y la reproducción.
Somos seres únicos en todos los aspectos de la vida, también en nuestra condición de seres sexuados y en la forma de expresar la sexualidad
El desarrollo pleno de la sexualidad depende de aspectos fisiológicos y de la satisfacción de necesidades humanas básicas como el deseo de contacto, la intimidad, la expresión de las emociones, el placer, la ternura y el amor. Durante el proceso de sexuació se configuran:
- El sexo. Las características corporales y el funcionamiento de nuestro organismo (genes, hormonas y genitales, y otros caracteres sexuales).
- EL género. La identificación con unos determinados roles y comportamientos que socialmente se atribuyen a cada sexo (forma de vestir, de relacionarse y de asumir las responsabilidades sociales, familiares y profesionales).
- La identidad sexual. El sentimiento de pertenencia a un determinado sexo.
- La orientación sexual (también denominada orientación del deseo). Se refiere a la atracción sexual hacia personas que pertenecen a un determinado sexo.
- Las preferencias eróticas. Aquello que estimula el deseo y la atracción sexual a una persona con mayor facilidad.
Más información sobre identidad y orientación sexual en el apartado de diversidad sexual.
Para poder vivir la sexualidad de forma placentera, satisfactoria y segura es preciso conocer bien el propio cuerpo y saber que somos seres vulnerables. También es importante saber:
- Lo que nos gusta y lo que no nos gusta.
- Escuchar nuestros sentimientos y emociones.
- Comunicar adecuadamente nuestros sentimientos y deseos.
- Marcar los límites que no queremos que nadie traspase.
La salud sexual
La sexualidad se construye a través de la interacción entre la persona y las estructuras sociales. Su desarrollo pleno es esencial para el bienestar individual, interpersonal y social.
Para disfrutar de una buena salud es imprescindible disfrutar también de una buena salud sexual. La salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación a la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.
Cada año, el 4 de septiembre, se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual.