Preguntas frecuentes sobre el Programa de Detección de la Hipoacusia en etapa escolar

Sí.

Sí, ya que sobre un 20% de las hipoacusias o sorderas infantiles aparecen después del nacimiento y, en muchas ocasiones, no son fáciles de identificar. La falta de un diagnóstico y tratamiento adecuado puede producir dificultades en la comunicación y los aprendizajes y, en consecuencia, favorecer el fracaso escolar. Valorando la audición en la infancia podemos ayudar a evitar problemas posteriores de desarrollo emocional, cognitivo y social.

No es obligatorio, pero es muy importante conocer la capacidad auditiva del alumno. Los padres o tutores pueden ejercer su derecho a negarse rellenando y firmando la hoja de autorización, marcando la casilla correspondiente.

Sí. Es muy importante estudiar a todos los niños, ya que se dan múltiples factores que pueden provocar una pérdida auditiva sin que haya ningún familiar con sordera.

Son todas las causas que pueden favorecer la presencia o aparición de un déficit auditivo en el niño, como otitis media aguda y seromucosa de larga duración o repetición, antecedentes de sordera permanente infantil en familiares consanguíneos del niño, algunas enfermedades infecciosas, traumatismos craneales, etc.

En el centro educativo y a los alumnos que cursan primero de primaria, previa firma de una hoja de autorización.

A principio de curso se envía al colegio una hoja informativa sobre el Programa y una hoja de autorización para cada niño que cursa 1º de primaria. El tutor o tutora de cada curso repartirá entre los niños dichas hojas y los padres deberán devolver la autorización rellenada y firmada.

Los profesionales sanitarios disponen de técnicas muy sencillas e indoloras para determinar la capacidad auditiva: otoscopia, timpanometría y audiometría de cribado.

Es un examen visual del conducto auditivo externo y del tímpano, que permite detectar la presencia de moco, cera, perforaciones timpánicas, presencia de cuerpos extraños…

Consiste en la colocación de un pequeño adaptador en el conducto del oído por donde se transmite una presión sonora y se recoge la respuesta. Sirve para medir la elasticidad de la membrana timpánica y valorar la posible presencia de mucosidad en el oído medio.

Consiste en la colocación de unos auriculares al niño y comprobar si oye determinados sonidos de baja intensidad.

Las técnicas que se realizan no son dolorosas ni molestas.

Después de la realización de la prueba se le entregará al niño una carta con el resultado de la misma.

Recibirá una carta con las instrucciones para facilitarle una nueva cita.

• Audición normal: el niño oye con normalidad y no presenta mucosidad en los oídos.
• Audición normal, pero presenta un exceso de mucosidad, que puede ser temporal. Se recomienda un control por parte de los profesionales de pediatría u otorrinolaringología.
• Audición normal con drenaje transtimpánico normofuncionante. Se recomienda seguir con los controles habituales.
• Necesita repetir las pruebas. Eso no implica necesariamente una pérdida de audición. Hay múltiples factores transitorios que pueden hacer que no pase la prueba (un tapón de cera, presencia de moco, etc.).
• Revisión no realizada: no se han podido hacer las pruebas porque el niño no estaba en el centro escolar. En este caso, se le dan opciones para poder hacerle el cribado.
• Si el niño no supera el cribado, se le repetirá. En el caso de que no vuelva a pasar las pruebas, se le hará un estudio diagnóstico.

Si quiere más información sobre Programa de Detección Precoz de la Hipoacusia Infantil, consulte la página web de la Conselleria de Salut i Consum (http://portalsalut.caib.es), o contacte a través del correo electrónico (hipoacusiainfantil@dgsanita.caib.es) o en los siguientes teléfonos:

Mallorca: 871 20 20 88
Menorca: 971 36 04 26
Eivissa y Formentera: 971 30 67 00