Las ayudas para rehabilitación energética de viviendas no solo suponen una ventaja a la hora de mejorar el confort de edificios y viviendas habituales, reducir el consumo energético y sumar-se al proceso de descarbonización. También cuentan con unas bonificaciones fiscales que pueden llegar hasta el 60% de deducción en el IRPF o la aplicación del IVA reducido.
Estos son los beneficios de los que se pueden beneficiar los contribuyentes: