Hasta hace unos 50 años, en nuestro litoral era posible encontrar ejemplares de este magnífico mamífero que podía llegar a pesar más de 300 kg.

Es una de las 10 especies con estado de conservación más comprometido del planeta, y su extinción en Baleares se ha debido a la acción humana.

Existen planes de recuperación de la foca y no se descarta su aplicación en nuestras islas.