EL MIGJORN DE MENORCA DE S'ALGAR A ALCALFAR

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Recorrido de acceso a la parada.

El recorrido finaliza en el Morro d’Alcalfar, cerca de la torre de origen español de finales del siglo XVIII construida a la vez que la de Son Ganxo. Desde este punto altivo se obtiene una buena panorámica del litoral y de la isla del Aire. Se identifican las capas paralelas que dominan prácticamente toda el área y que, como se ha explicado en la anterior parada, corresponden a los taludes de los arrecifes.


Desde la torre de Alcalfar se obtienen unas magníficas vistas del entorno dominado por capas de estratos plano-paralelos propios de los taludes de arrecifes (punto A).

Al reconocer las rocas que constituyen la torre de defensa, podremos identificar algunos bloques que se pueden asociar a bioconstrucciones, es decir, a una estructura mineralizada, originada por la acción de los seres vivos que vivían en el arrecife, como los corales. Hay que considerar que, con el fin de economizar esfuerzos, probablemente la piedra que se utilizaba para construir las torres procedía del mismo entorno donde se levantaban, lo que al mismo tiempo permitía la integración de estos elementos en el paisaje. Así, es posible que estas rocas procedieran de la misma zona. Ahora bien, hay que considerar que la reforma a la cual fue sometida la torre en 1994 introdujo rocas de marès de otras procedencias.


Bloque de la torre de Alcalfar bioconstruido y entrada a la misma. Los bloques irregulares y con tonalidades más claras tienen probablemente una procedencia relacionada con el entorno de la torre, en cambio, los bloques más marronáceos se pueden asociar a bloques extraídos en otros lugares y utilizados durante su restauración (punto A).

Desde este punto obtenemos unas buenas vistas de la isla del Aire, una isla que probablemente en algún momento no muy lejano de la historia geológica formaba parte de la propia isla de Menorca, conformando su límite de costa por el sureste. De este modo, en un principio cabría esperar que las rocas que encontramos en la costa fueran las mismas que hay en la isla del Aire. Estas rocas las podemos localizar, pero están cubiertas por otras y, por lo tanto, la isla muestra diferencias geológicas en relación con el tramo de costa más próximo. Así, en un momento en que el nivel del mar fue más bajo que el actual, la arena que rodeaba el islote fue arrastrada y acumulada en su superficie creando una serie de dunas que con el paso del tiempo se consolidarían originando una nueva roca. Estas dunas fósiles muestran una ligera elevación en el sur de la isla, donde se ha instalado el faro, lo que indica que la arena arrastrada por el viento procedía especialmente del norte.


La Illa de l’Aire des de la Torre d’Alcalfar (punt B).