EL MIGJORN DE MENORCA DE S'ALGAR A ALCALFAR

  Información

Recorrido propuesto en la parada.

Las observaciones del itinerario se reanudan al otro lado del paseo marítimo, cerca de la piscina de un complejo hotelero. Aquí, vuelve a aflorar la costra de fosfato. De hecho, esta costra la habríamos podido seguir por todo el paseo marítimo, pero este se construyó, entre otras, por encima de la capa que contiene la costra y, por lo tanto, la cubrió.

Hay que señalar que el paso de una unidad a la otra, marcado por la presencia de esta costra, es más bien excepcional en la isla, ya que únicamente se reconoce en la zona. Así, el paso de la unidad intermedia a la superior se relaciona habitualmente con una capa llena de pequeños fósiles de unos foraminíferos conocidos como Heterostegina, y que puede ser reconocida por ejemplo en Cala en Blanes, entre otros lugares

Costra de fosfato en la parada (punto A) y roca con Heterostegina, recogida en una capa en Cala en Blanes. La presencia de estas capas marca un cambio en el tipo de sedimentación de la región de Migjorn de Menorca, que implica el inicio del desarrollo de un ambiente sedimentario dominado por arrecifes.

La parada nos permite identificar algunas de las características de la unidad superior o arrecifal situada por encima de la costra. Así, podremos identificar fósiles de erizos de mar, rodólitos de grandes dimensiones, almejas y braquiópodos, unos animales marinos con un caparazón formado por dos valvas como los berberechos, pero articuladas de forma diferente, carácter que los diferencia de estos. De hecho, los rodólitos, los erizos de mar y las almejas son los fósiles que encontramos con mayor frecuencia en las rocas del Migjorn de Menorca, lo que nos tiene que llevar a deducir, que eran unos seres vivos muy habituales en el mar en que se formó la roca. 


Fósiles en la parada de erizos de mar (Clypeaster sp., grandes, en forma de campana y paredes gruesas) (punto A), algas rojas (rodólitos) y almejas (pectínidos) (punto B).

El marès es una roca arenosa constituida mayoritariamente por esqueletos y caparazones de organismos que han sido rotos por las corrientes, olas, o bien por otros organismos como los peces (1). En ocasiones las partes duras de estos seres vivos no estarán rotas y podrán fosilizar, lo que nos permite conocer qué organismos habitaban el mar de Menorca cuando se formaron estas rocas y, por abundancia, cuáles dominaban. Este sería el caso de las algas rojas o rodólitos (2), las almejas (3) y los erizos de mar irregulares (4). Frecuentemente, estos sedimentos se encuentran removidos por la acción organismos que excavarían galerías que se han preservado hasta nuestros días (5).


Uno de los rasgos que llaman más la atención en la parada es que las rocas que constituyen las capas se encuentran muy alteradas, presentando un gran entramado de tubos más o menos bifurcados y ramificados, que corresponden a las galerías que fueron excavadas probablemente por cangrejos. Así, en la arena que acabaría formando la roca, vivían numerosos cangrejos que cavaban galerías bastante complejas. Con el paso del tiempo y, ya una vez abandonadas, las galerías fueron rellenadas por una arena diferente a la roca que las contiene, lo que hace que destaquen y las podamos identificar con claridad. Así, en su afán por buscar alimento, casa o huir de sus depredadores, los cangrejos removían el sedimento que, más tarde, se consolidaría formando una roca y originando estas formas que asociamos al llamado proceso de la bioturbación o bioerosión, la erosión asociada a los seres vivos.


Superficie de un estrato completamente bioturbado con numerosas galerías. Los tubos sobresalen de la roca al erosionarse de manera diferencial (punto C).

En el tramo de costa comprendido entre las urbanizaciones de S’Algar y Alcalfar, se observan bloques que corresponden a grandes trozos de estratos, que como si fueran cantos inmensos, han sido arrancados y transportados desde el mar por las olas que los han depositado en tierra firme. Teniendo en cuenta que este tramo de costa se ve muy afectado por los temporales de levante, se ha asociado esta acumulación de bloques a grandes temporales o incluso a tsunamis.

Las rocas de este tramo de costa se encuentran intensamente erosionadas superficialmente, pero sobre todo subterráneamente. La erosión es producida especialmente por la disolución de las aguas cargadas de CO2 en el proceso de la karstificación, que ya se ha mencionado en la primera parada. Las rocas calcáreas no son solubles en el agua, pero se disuelven con mucha facilidad en aquellas aguas que tienen pequeñas cantidades de ácido carbónico como es el caso de las aguas subterráneas. El ácido carbónico se forma porque el agua de lluvia disuelve fácilmente el dióxido de carbono del aire y el procedente de la descomposición de las plantas. Así, cuando el agua subterránea entra en contacto con las calizas, el ácido carbónico reacciona con el carbonato de las rocas para formar bicarbonato cálcico, que se disuelve fácil y rápidamente en agua.

En la superficie del terreno, y como resultado de este proceso de karstificación, las rocas toman formas peculiares que originan unos campos de surcos rectilíneos o sinuosos y crestas afiladas denominados lapiaz. Este proceso puede llegar a formar incisiones de pocos metros, pero en Menorca los lapiaces son mucho más modestos, por lo que podemos considerar que es un proceso que no se manifiesta intensamente, pero que es muy presente originando en la región de Migjorn un terreno muy irregular y en consecuencia incómodo para transitar.


Paisaje kárstico resultando de la erosión de las rocas calcáreas. El karst es el mismo tipo de erosión que crea grandes barrancos excavados por los torrentes que desembocan en el litoral sur de la isla o que subterráneamente crea galerías, simas y cuevas. Este tipo de erosión ha provocado que el subsuelo del sur Menorca esté completamente agujereado; de hecho, la erosión cárstica es un elemento fundamental para la existencia del acuífero más importante de la isla en las rocas del Migjorn de Menorca.


Cerca de la punta de Es Falcons identificaremos cuevas con grandes aperturas al mar, las cuales son muy habituales en todo el litoral del Migjorn. Se forman principalmente por la interacción entre la disolución del agua dulce subterránea con del agua salada del mar, que también penetra en la roca, además de provocar una erosión mecánica mediante el embate de las olas. La mezcla de ambas aguas, de composición química tan diferente, provoca que se vuelvan mucho más agresivas y, por lo tanto, que incrementen la disolución de la roca con la generación de grandes cavidades. La disolución de las rocas acabará agrandando las cuevas hasta un momento en que ya no puedan soportar el terreno que tienen encima y colapsen. En la parada se puede ver la presencia de una gran cueva litoral cubierta por unas pocas y delgadas capas de roca. La evolución del proceso erosivo desencadenará con el paso del tiempo que el techo de la cueva (las capas que observamos) se puedan desplomar. El colapso de rocas en los acantilados favorece su retroceso y es en gran medida el responsable de la formación de las calas del sur de Menorca.


Cova d’en Melià cerca de la punta de Es Falcons con un techo bastante delgado. En los alrededores (en detalle en la fotografía de la derecha) el terreno se muestra bastante irregular por la presencia de lapiaces (punto D).